La limpieza del arroyo Pisón, la restauración del ‘puentín’ y la inauguración del parque canino amplían las posibilidades de un área que, esperan desde ‘Animalinos de Xixón’, en el futuro se desarrolle hacia los cercanos huertos urbanos
«Sólo hay que mirar alrededor… Fíjate en lo que ha quedado. Es una maravilla; para los perros y para los vecinos». Carlos Fueyo, portavoz del grupo de trabajo ‘Animalinos de Xixón’, verbaliza esa opinión mientras abarca con su brazo la amplia extensión de terreno que discurre tras el Museo del Pueblo de Asturias, y hasta el cercano Palacio de Deportes de La Guía. El lugar, desde luego, luce diferente a su apariencia de hace unas semanas, y no sólo por la inauguración, hace ahora un mes, del nuevo parque canino, situado detrás del complejo museístico. La reciente rehabilitación del ‘puentín’ que cruza de orilla a orilla el arroyo Pisón, y las labores de limpieza y renaturalización a las que está siendo sometido dicho cauce se suman al conjunto de virtudes que, opinan tanto Fueyo como no pocos propietarios de mascotas, prometen convertir la zona en cuestión en una auténtica Meca gijonesa para los amantes de los animales.
La del acondicionamiento del arroyo es la más reciente de esas intervenciones; tanto, que todavía se halla en curso. El Ayuntamiento de la ciudad y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico han aunado esfuerzos para repartirse las competencias de esa actuación, presupuestada en 60.000 euros y de la que la entidad municipal asume el 78%, y la autonómica, el 22% restante. El desbroce de las orillas, la retirada de restos naturales del cauce y la purificación de las aguas son las tareas que concentran los esfuerzos de las cuadrillas de la empresa TRAGSA, a lo largo de un tramo de unos seiscientos metros. Y desde ‘Animalinos de Xixón’ aplauden la medida. «Era algo que hacía falta con urgencia, porque era un peligro», recuerda Fueyo. No en vano, las aguas bajaban «completamente tóxicas; hace poco un perro cayó al arroyo y tuvo graves quemaduras en un ojo».
El mismo concejal de Medio Ambiente de la ciudad, Rodrigo Pintueles, hacía ayer jueves balance de esta colaboración entre Confederación y Consistorio. «Estamos muy satisfechos porque el convenio avanza a muy buen ritmo, de forma muy destacada en el ámbito rural», confiado en que el, conjunto de las intervenciones esté completado «hacia el final del verano». Y es que, a criterio del edil del PP, esa alianza interadministrativa «está dando muy buenos frutos», siendo un ejemplo de «la fórmula con la que estamos consiguiendo el objetivo que perseguimos todos, que es que los cauces fluviales de Gijón presenten el mejor estado posible en materia de limpieza, salubridad y conservación». Sobre esa última intención también se pronunció Pintueles, enmarcando el saneamiento del arroyo «dentro de nuestro compromiso por mejorar y recuperar zonas de esparcimiento, tanto para vecinos como para sus mascotas, y siempre con el máximo respeto y cuidado medioambiental que exigen las normas».
Será cuestión de poco tiempo que esa intervención concluya, pero hasta ese momento los propietarios de perros, como Fueyo, tienen otros motivos para acogerse a la zona de La Guía, ahora que, en plena temporada estival, la playa de San Lorenzo ha sido despojada de su potencial canino. A principios de esta semana se completaba la restauración del ‘puentín’ del Pisón, a cargo de los alumnos de la escuela taller ‘La Casina’; esa brigada de trabajo puso a punto la histórica barandilla de madera del puente, aunque también subsanó cierto desnivel que, en la práctica, hacía difícil la accesibilidad. Todo ello ha brindado no sólo a quienes cuentan con compañeros de cuatro patas, sino al conjunto de los usuarios, una senda que, en conjunto con los más de 11.300 metros cuadrados del parque canino, «es estupenda; ya sólo esperamos que instalen el equipamiento que falta, pero ha sido un gran cambio».
Ese cambio, de hecho, llegó de la mano de la propia insistencia de ‘Animalinos de Xixón’… Y sus peticiones no se quedan ahí. Su próxima idea es plantear al Consistorio una posible expansión de dicho parque a la otra orilla del Pisón, hacia el alto en que, hoy por hoy, se encuentran los huertos urbanos. Ahora bien, Fueyo llama a la calma, e insiste en que no se trataría de privar de nada a nadie. «Nos hemos reunido con la asociación de huertos municipales, y descubrimos que ellos, en la parte superior, tiene mucho espacio para ampliar, con el agua muy cerca», asegura. Tanto es así que, ante la posible ampliación del área canina, continúa, los titulares de los huertos «nos dijeron que encantados; lo único que piden es que esa nueva zona de perros sea vallada». Eso sí, por el momento desde el Ayuntamiento confirman que, a priori, es una opción que no se contempla.