Mientras los últimos entrenamientos se desarrollan hoy sobre San Lorenzo, el protocolo de seguridad vigente se mantendrá hasta que el evento de mañana termine, e incluye la prohibición de bañarse en la principal playa de la ciudad
Hoy como ayer, Gijón enfila la llegada del mediodía entre el rugido de los cazas, las piruetas de los aviones acrobáticos, el cadencioso estruendo de los helicópteros… Al igual que ya sucediese en la mañana de este viernes, los cielos de la ciudad se han abierto en esta jornada para albergar los entrenamientos finales de las decenas de ases de la aviación, tanto civiles como militares, que, en apenas veinticuatro horas, protagonizarán el que será el XVIII Festival Aéreo. Y, más allá de la espectacularidad de su programa, la cita promete figurar entre las más recordadas por un detalle aparentemente menor, pero de capital importancia: por primera vez en su ya extensa historia, la cita podrá ser seguida a través de la radio por quienes o bien no puedan presenciarla, o bien deseen contar con una explicación en directo de cuanto estén viendo.
Tal como ha anunciado el Ayuntamiento gijonés, la retransmisión radiofónica podrá seguirse sintonizando la emisora de FM 107.9. La voz de Antonio Hinojosa será la encargada de narrar las maniobras, simulacros, piruetas y, en general, el desarrollo operativo de las aeronaves, que se intercalarán con declaraciones y saludos de los pilotos participantes. Así mismo, y al igual que en años anteriores, el público presente en San Lorenzo podrá seguir esa actividad por la megafonía de la playa, reforzada para la ocasión desde la ‘Escalerona’ a la ‘Cantábrica’. Todo ello complementará el despliegue televisivo que realizará la Televisión del Principado (TPA), que, apoyada por la empresa de festejos municipal Divertia, emitirá en directo el festival, sumando, además, una redifusión en la noche del domingo.
Por el momento, y con la confianza de que el tiempo sea respetuoso y las incidencias brillen por su ausencia, las primeras aeronaves que mañana surcarán el cielo, desde las 12 horas, serán las de la Aviación General y la ULM La Morgal. Acto seguido, a las 12.15, la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA) ejecutará un salto que ya se perfila como uno de los momentos más espectaculares del evento. Tras su aportación, a las 12.35 volará ante el público un helicóptero de la Policía Nacional, y las 12.45 hará lo propio un SH-60B de la Armada Española. De 12.57 a 13.09 el reputado piloto acrobático Camilo Benito hará una demostración de su talento, y hasta las 13.21 el servicio de Salvamento Marítimo dará a conocer sus particulares medios aéreos. Con el reloj marcando las 13.21, será el momento de que despegue el helicóptero de la Guardia Civil, seguido a las 13.28 por un avión CN-235 del mismo instituto armado. Entre las 13.40 y las 13.55 volarán los aparatos de Bomberos de Asturias, a los que sucederá la Patrulla Aspa, el grupo acrobático de helicópteros del Ejército del Aire. A las 14.20 probará su muy merecida fama el aviador Juan Velarde, y a las 14.32 se producirá otro de los grandes hitos del festival: el paso del Eurofighter ‘Typhoon’, el caza más avanzado de cuantos conforman la flota aérea de las Fuerzas Armadas Españolas. Por último, la Patrulla Águila del Ejército del Aire pondrá el broche con sus evoluciones en el aire, y dibujando en los cielos la bandera nacional con humo de colores.
Restricciones por razones de seguridad
Como no podía ser de otro modo, un evento como este, que cada año reúne a más de 250.000 personas sobre el terreno, precisa de un amplio y estricto dispositivo de seguridad para evitar sorpresas desagradables, incidentes y peligros. El mismo que, de hecho, lleva vigente en el entorno del Muro desde el viernes, y que no se dará por completado hasta que concluyan los últimos vuelos. Así, tampoco hoy, ni mañana, estará permitido el baño en San Lorenzo mientras duren los entrenamientos y las acrobacias, y mañana, desde las 8.30 horas, quedará cortado totalmente el tráfico en la avenida Rufo Rendueles en ambas direcciones. Por su parte, los accesos a Cimavilla se tendrán que hacer a través de la zona de Óscar Olavarría, y los garajes afectados quedarán inutilizados; también es posible que se produzcan cortes en la calle José García Bernardo. Por último, se prohibirá el estacionamiento en la avenida Rufo García Rendueles, avenida de La Salle, Ramón Piquero y Campo Valdés, incluida la zona de autoridades.