Posicionándose como la tercera playa en importancia, esta zona de baño es considerada la gran desapercibida ante el auge veraniego de Gijón
A cuarenta minutos del centro de Gijón, inmersa en pleno barrio de La Calzada, se encuentra una de las playas más inadvertidas de toda la ciudad. Se trata de El Arbeyal, un pedazo de Cantábrico rodeado por el Puerto del Musel que supone un verdadero remanso de paz para aquellos vecinos que quieran descansar del bullicio gentrificado. Bajo la atenta mirada de «El niño», estatua ubicada en la playa en conmemoración a los niños asturianos evacuados a la URSS en la Guerra Civil, las aguas se pierden en el horizonte formando un híbrido entre industria y mar. Tradicionalmente, la playa debe su nombre a los distintos huertos de arbeyos (guisantes) que decoraban por aquel entonces la zona. Desde entonces, los vecinos decidieron bautizarla con este mote. A pesar de ser conocida por muchos, El Arbeyal alberga fuertes claroscuros que refuerzan su anonimato frente a las famosas San Lorenzo y Poniente.
En plena ola de calor que azota a Asturias con fuerza, quién no piensa en disfrutar de un refrescante baño, con más motivo si la playa se encuentra a escasos metros de su casa. Sin embargo, el auge del turismo y las altas temperaturas dificulta a los gijoneses encontrar un sitio en la arena, algo sobre lo que El Arbeyal no tiene problema, pues la afluencia de personas en esta zona de baño se reduce, para el placer de muchos, a vecinos del barrio en su mayoría. Una playa de barrio para el barrio que muchos locales como Rosa Maule califican como «fantástica» puesto que la no gentrificación permite disfrutar de las instalaciones deportivas e infantiles de las que la zona dispone.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y los vecinos de La Calzada alzan la voz sobre un problema que lleva años perjudicando al baño: la mala calidad del agua. Producido por su localización cercana al Musel, la carga y descarga de materiales contaminantes, como carbón o mineral en polvo, provoca que algunos residuos caigan al agua, alterando el ecosistema y empeorando la condición de la playa. Además de la controvertida localización, algunas vecinas como Neus Villanueva advierten que «la playa está muy sucia porque tiene mucha cantidad de alga«. Algo que coincide con el testimonio de turistas como Jimena Bermejo, quien a la espera de disfrutar de un día de baño en una playa más relajada, «me encuentro con que me dicen que la calidad del agua no es muy buena porque está llena de residuos, lo que me echa para atrás a la hora de meterme». Sin embargo, la calificación sanitaria del agua de baño de las playas asturianas temporada 2021 -2024 por la Consejería de Salud del Principado señala que la calidad del agua de El Arbeyal es excelente y apta para el baño, un dato que levanta serias dudas sobre la supuesta mala fama de la playa.
Otra de las polémicas se encuentra precisamente en el mantenimiento de la poca afluencia. La vigente construcción de nuevos bloques de pisos justo al lado de la playa supone una novedad tomada por muchos como amenaza, ya que temen que la tranquilidad de la playa se vea perturbada por una posible masificación. Además de los nuevos boques, El Arbeyal ya cuenta con otro nuevo vecino: las carabelas portuguesas. Este fin de semana se produjeron varios avistamientos de estos organismos venenosos a la orilla del litoral, lo que provocó la prohibición del baño para los vecinos que disfrutaban de un refrescante día de playa en medio de un intenso calor. Así, el extenso arenal gijonés, con un horizonte industrial, se posiciona como un remanso pacífico para uno de los barrios más míticos de Gijón. Lejos de querer ser la joya de la corona para los turistas, El Arbeyal, a pesar de sus polémicas, se ha consolidado como un lugar en el que tranquilidad y vecindad van de la mano.
Menuda tontería decir que por tener algas una playa está sucia…
Y posiblemente tenga más carbón «procedente del Castillo de Salas» San Lorenzo que el Arbeyal….
A cuarenta minutos del centro de Gijón? Menudo error, pueden ser 5-10 minutos, dependiendo del trafico.