Las palabras de Roberto Vázquez, concejal de Foro en Laviana, avivan la polémica en torno a la celebración del Día de Nuestra Señora de Covadonga de este domingo
Ni Adrián Barbón, presidente del Principado, ni Juan Cofiño, presidente de la Junta General, estarán presentes este domingo en la tradicional homilía en Covadonga a propósito de la celebración del Día de Nuestra Señora de Covadonga. En el punto de mira, las polémicas declaraciones que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, acostumbra a realizar durante la misa, y que ya el año pasado levantaron ampollas. En aquella ocasión, el arzobispo arremetió entre otras cuestiones, contra la Agenda 2030, la eutanasia, el aborto o el feminismo. «Hablar de ecología es hablar de que nos importa la vida, toda la vida, evitando caer en la trampa engañosa de salvar sólo algunas floras y faunas clasificadas por ciertas corrientes ecologistas que acaban siendo ecolojetas, mientras dejamos al pairo la vida humana más vulnerable: la no nacida aún, o la que precipita su final con la ayuda matarife de una eutanasia letal sin la asistencia paliativa censurada», sermoneó entonces.
Un año después la historia se repite, y continúa la ‘guerra’ entre Sanz Montes y el gobierno regional, incluida también la nueva delegada del Gobierno en la región, Adriana Lastra, que calificaba de «discursos despectivos, de confrontación y profundamente político y ultraderechista» los pronunciados por el arzobispo y que aún no ha aclarado si, a diferencia de sus compañeros, sí acudirá a la celebración. Entre tanto, la polémica está servida, y a uno y otro bando se sitúan quienes ven en las palabras del prelado discursos de odio, tildados incluso de machistas, homófobos o reaccionarios, y quienes defienden la libertad de opinión de un Sanz Montes que parece sentirse cómodo en el foco mediático, y que acostumbra a acompañar sus declaraciones públicas con mensajes en la red social ‘X’ (antes Twitter), en la que hace poco más de un mes también criticaba la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París por calificarla de «esperpento ideológico» y «patética parodia que ofende los sentimientos religiosos y culturales de la comunidad cristiana».
Entre medias, y con la no-visita de Santiago Abascal, que finalmente y por temas de agenda no podrá acudir a Covadonga, donde buscaba respaldar al arzobispo; y el mensaje de Álvaro Queipo, presidente del PP asturiano («Por respeto a nuestros abuelos y predecesores, y a nuestra tradición, el día 8 de septiembre, Día de Asturias, acudiré a Covadonga») compartido por el propio Sanz Montes; una nueva crítica llega para caldear aún más el ambiente, aunque en esta ocasión no es hacia los discursos del religioso madrileño, sino contra quienes cargan contra él. «Estrictamente, como Arzobispo de Oviedo y con ello máximo representante de esta archidiócesis en que está incluida Covadonga y su Basílica, es su casa (y la del resto de Católicos por supuesto) y no procede que nadie ajeno a la institución eclesiástica le venga a decir lo que puede o no decir en esta», reflexionaba el concejal forista de Laviana Roberto Vázquez en comentarios a una noticia publicada por este mismo medio. Unas palabras precedidas de una bronca discusión con varios lectores, en la que el de Foro calificó de «quema iglesias» a quienes se oponían a su postura. «Si el problema es que los trasnochados anticlericales quema iglesias parece ser que queréis que ni misa pueda dar en su propia iglesia…, a ver si os enteráis que ya no estamos en los años 30, tomen la pastillina de la democratinina y cálmense», ha llegado a escribir el concejal.