El consejero de Hacienda y portavoz regional, Guillermo Peláez, llama a las asociaciones sectoriales a la «tranquilidad», y destaca como ventajas del nuevo impuesto la recaudación extra para los municipios y la redistribución flujos turísticos
Las alarmas dentro del sector turístico asturiano saltaban este martes. PSOE y Convocatoria por Asturias aprovechaban el acto celebrado ese día en el faro de Avilés para confirmar que el diseño de una ‘ecotasa’ de aplicación municipal y voluntaria figuraba, efectivamente, en la hoja de ruta para el curso político recién iniciado. Desde entonces, y con excepciones notables como Gijón u Oviedo, buena parte de los Ayuntamientos que sufren mayores cargas turísticas han celebrado esa nueva, aunque su júbilo no ha sido compartido por las asociaciones sectoriales, que ven en la futura tasa una amenaza para un foco de actividad y rentabilidad cada vez más lucrativo. Y a esos últimos colectivos se dirigía este viernes el consejero de Hacienda y portavoz del Ejecutivo autonómico, Guillermo Peláez, para asegurarles que «tienen que estar tranquilos, porque van a iniciar un diálogo con todos ellos para regular la anunciada tasa turística».
Peláez aprovechó su comparecencia ante los medios para recordar que «corresponde al Principado elaborar un paraguas legal para que sean los ayuntamientos quienes decidan libremente si aprueban o imponen esa tasa turística». A ese respecto, continuó, «para nosotros, esta tasa turística presenta varias ventajas. Por una parte, refuerza la autonomía financiera municipal, supone una nueva fuente de ingresos para aquellos Ayuntamientos que deseen aplicarla. Por otra parte, permite mejorar o distribuir por el territorio de una manera más coherente los flujos turísticos entre municipios». Más aún, el consejero matizó que, de momento, de lo que se trata es de «dibujar esa tasa» y para ello contarán con la opinión de todas las asociaciones representativas del sector y están abiertos al diálogo «como siempre ha hecho este Gobierno».
«Lo que se buscará es que al final esa tasa sea la más coherente y la que cumpla los objetivos para los que está diseñada por una parte mejorar la autonomía financiera de los municipios y por otra parte también ayudar a una distribución de los flujos turísticos por el territorio que permita que sean todos los asturianos y asturianas quienes se beneficien de la actividad económica que genera el turismo», concluyó ayer Peláez.