El titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, de visita en El Musel, se confiesa «muy sensible» ante la problemática por la protección del lobo ibérico, y defiende la doble necesidad de «proteger la biodiversidad, y también a nuestros ganaderos»
Quienes abogan por una rebaja del nivel de protección de que disfruta el lobo ibérico, integrado en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), parecen haber encontrado un nuevo aliado en el seno del Gobierno nacional. Y a un muy alto nivel, a decir verdad. Presente este miércoles en Gijón, donde ha aprovechado para visitar la planta de cría de lenguados que Sea Eight opera en El Musel, Luis Planas, a la sazón ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, se ha pronunciado sobre la cuestión para dejar bien sentado que, pese a no ser competencia de su área, sí es «muy sensible» a ella. Y ha arrojado el guante de la reflexión en una doble dirección: la necesidad de «proteger la biodiversidad, pero también a nuestros ganaderos».
Acompañado por la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra; por el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, y por diversas autoridades del Ayuntamiento gijonés y del PSOE local, Planas ha abogado por aprovechar el tiempo de tramitación de un posible cambio normativo en la Unión Europea para actualizar, de una parte, los censos existentes en el país, que presentan, «en algunos casos antigüedad, y en otros, agujeros de conocimiento». Por otro lado, ha tachado de necesario inventariar los casos de ataques de lobos, con el fin de dar una dimensión real y precisa al problema. Todo ello, mientras se aguarda un cambio de postura a escala comunitaria que, previsiblemente, decrecerá al nivel de «especialmente protegido» a «protegido». Esa cuestión será abordada el próximo mes de diciembre.
La flota pesquera asturiana, merecedora de una consideración «singular», a juicio de Planas
El ministro también se ha posicionado acerca de otras cuestiones ajenas al lobo. El anuncio hecho por el presidente autonómico, Adrián Barbón, de incorporar al presupuesto de 2025 una partida que sufrague la vacunación de todas las enfermedades animales de comunicación obligatoria ha propiciado los elogios de Planas, quien no ha reprimido expresar que «ojalá todo el mundo siga el ejemplo de Asturias». Declaraciones las suyas que, como la pretendida cobertura presupuestaria del Gobierno regional, llega en plena preocupación por la epidemia de ‘lengua azul’ entre el ganado bobino. A juicio del ministro, aunque haya pocos casos, hay que seguirlos «con mucho cuidado», a la vista de lo lucrativo de un sector en el que 73.000 millones de euros son exportados de producción alimentaria, y 15.000 de esos millones proceden de explotaciones ganaderas.
En un orden totalmente distinto, Planas ha dado respuesta a la petición formulada por Marcelino Marcos, de reconocer la raza de ganado Equino de la Montaña Asturiana, comprometiéndose a estudiar una posibilidad que, en última instancia, le parece «muy lógica» desde el punto de vista de la singularidad de dicho caballo. Por último, y dirigiendo la atención a la planta de Sea Eight, ha calificado el proyecto de «tremendamente interesante», siendo como es parte de una producción global de acuicultura que, en España, orbita en torno a unas 3.000 toneladas, mientras que la pesca extractiva, con un conjunto de 8.500 buques, registra un total ligeramente superior a las 800.000 toneladas. Dos fórmulas que, ha matizado, son «complementarias, no compiten entre sí»; tanto es así que Planas ha admitido que la flota pesquera asturiana, con 261 barcos, fundamentalmente de pesca artesanal, merece una consideración «singular», apoyo y seguimiento especial, algo que está «muy presente» para el Ministerio.