«Gracias por hacernos sentir que en este rincón precioso de Asturias la vida nos presenta su mejor cara», elogió la princesa en su discurso
Como marca la tradición en el fin de semana de los Premios Princesa de Asturias, tras engalanarse para la ceremonia de entrega en el centro de Oviedo, el sábado a la Familia Real le tocaba ponerse más cómodos para viajar hasta Sotres, la localidad cabraliega elegida este año como Pueblo Ejemplar 2024 por la Fundación. Y como el propio Felipe VI admitió tiempo después, llegar allí no «es cosa fácil, sobre todo desde Poncebos». Tanto es así que la visita institucional del rey, doña Letizia, Leonor y Sofía comenzó con 40 minutos de retraso, aunque la espera no impidiese que visitasen todos los puntos de interés con los que cuenta este pueblo encajado en el «corazón» de la montaña cantábrica.
Lo cierto es que el pueblo estaba a rebosar de gente, expectación y rostros de ilusión por ver a los miembros de la Casa Real de cerca y porque Sotres recibiera el reconocimiento en manos de la Princesa de Asturias. El Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Cabrales pusieron en marcha una línea de autobuses lanzadera gratuitos para la ocasión y hacer más accesible la llegada al pueblo sin necesidad de aglutinar vehículos privados. Durante la visita estuvieron acompañados por una comitiva que formaban la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra; el presidente de la Junta General, Juan Cofiño; y la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo.
Sin embargo, todos estuvieron de acuerdo en defender que la travesía «mereció la pena» para comenzar el recorrido y tras sentir su buena «acogida» y «poderos visitar en vuestro pueblín y en este paisaje maravilloso que os rodea», comentó el rey a los vecinos. De hecho, apuntó, «más difícil» lo tuvieron en su día su tatarabuelo y bisabuelo cuando también se pasaron por la zona hace décadas. Tras saludar a las autoridades y representantes de la entidad promotora de la candidatura, la Asociación de Vecinos de Sotres, la Familia Real se dirigió a Sierra Amor donde mantuvieron un encuentro con guías técnicos deportivos de alta montaña y se acercaron al mirador de Sotres.
Acto seguido, mantuvieron un breve encuentro con pastores representantes de la ganadería local antes de dirigirse a la sede de las antiguas escuelas de Sotres, la denominada ‘Escuelona o Casa del Pueblo’, que acoge una exposición sobre la historia de la minería en la Sierra de Ándara -una de las actividades socioeconómicas más importantes del concejo durante décadas. De la escuela pasaron a la iglesia de San Pedro para encontrarse con los mayores de la localidad. Después, se acercaron a saludar a los miembros del jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias y procedieron al posado junto a la placa conmemorativa entre gritos de «Viva» de los vecinos allí presentes, pero no sin antes saludar a los niños del pueblo, pasarse por el bar-tienda ‘La Gallega’, hablar con miembros del sector hostelero y turístico (también importante para la economía de la zona) y deleitarse con una interpretación de canción asturiana con zanfona a cargo del director de la banda de gaitas ‘Picos de Europa – D.O.P. Cabrales’, Héctor Braga.
Los de Cabrales no se dejaron nada en el tintero para la cita, que culminó en la zona denominada ‘El Jugu’ para llevar a cabo el acto de entrega del galardón, con la intervención del alcalde de Cabrales, José Sánchez y del presidente del jurado, Francisco Rodríguez. La Princesa Leonor fue la encargada de entregar el galardón a tres de los niños residentes en Sotres. Alejandro Fernández, de 8 años, David Carrera, con 6, y Haya López, de 4, se subieron al escenario del acto y tomaron la placa en compañía de Jéssica López, vocal de la Asociación de Vecinos de Sotres y encargada de pronunciar unas palabras.
Tras ella intervinieron el Rey y la Princesa. Felipe VI valoró de Sotres el «espíritu de comunidad» que transmite y lo calificó como un «pueblín» que merece la pena visitar. Su intervención fue más breve que la de la princesa de Asturias, pero durante la misma quiso trasladar un «sentido pésame» de la Familia Real a las familias de los fallecidos en la explosión y posterior incendio y derrumbe de un edificio en Santander.
En su intervención, la Princesa ha destacado que tanto a ella como a sus padres, los Reyes Felipe VI y Letizia, y a su hermana, la Infanta Sofía, les ha encantado Sotres, enclave «en el corazón» del Parque Nacional de Picos de Europa. «¡Nos está encantando vuestro pueblo!», le ha dicho a los vecinos congregados, apuntando que es «un lugar precioso en el corazón del parque nacional, dentro de la reserva de la biosfera, y un espacio natural protegido». «Hemos empezado en el mirador y es impresionante comprobar la belleza del entorno cabraliego que enmarcan los Picos de Europa», expresó. Por último, incidió en el «ejemplo» que suponen los vecinos y habitantes por su «capacidad para cuidar las tradiciones y para innovar». «Y no es fácil», reconoció.
«Todo viajero que venga a Sotres sabe que estará a gusto, que dormirá cómodo y que le prestará por la vida saborear la comida asturiana que preparáis en los restaurantes, hostales y tiendinas del pueblo»
Leonor admitió que «vivir en un pueblo de alta montaña es un desafío constante». «Por los servicios que necesitáis y demandáis y por la gestión sostenible de vuestros recursos», expresó a los presentes. Al respecto de esa subsistencia, valoró que la habilidad de sus gentes para potenciar la economía de la zona basándose en actividades como el turismo natural o el senderismo a los que dejó paso una minería en declive. «Hicisteis muy bien esa transición»,aplaudió. Por ello, con eso y con todo, considera que «todo viajero que venga a Sotres sabe que estará a gusto, que dormirá cómodo y que le prestará por la vida saborear la comida asturiana que preparáis en los restaurantes, hostales y tiendinas del pueblo».
También expresó sus mejores deseos y muy buenas palabras para el futuro del pueblo y las generaciones más pequeñas que vienen, encarnadas por los cinco niños con los que cuenta la localidad. Hacia ellos deseó: «Ojalá los cinco podáis encontrar razones para seguir aquí, ojalá que las circunstancias lo permitan si así lo decidís». Y por último, llegaron las palabras de agradecimiento «por hacernos sentir que en este rincón precioso Asturias la vida nos presenta su mejor cara».
El acto culminó con la interpretación del Himno de Asturias, a cargo de la banda de gaitas ‘Picos de Europa – D.O.P. Cabrales’, y la parada de la Familia Real a una de las tradicionales cuevas de secado y curado del queso de Cabrales, la Cueva de Jorcadiellu, para terminar la jornada con un almuerzo de campo en la zona del ‘El Jugu’.