El histórico negocio, construido en 1985 y ubicado en el camino de Cabueñes, cesa su actividad por la jubilación de su propietario, Carlos Patiño; su precio, fijado inicialmente en 5.000 euros al mes, ha bajado a unos más asumibles 3.500
Todo aquel que atesore el deseo de emprender en el mundo de la hostelería en Gijón tiene una razón de peso para abrir bien los ojos… Y ser ágil en sus movimientos venideros. El merendero de La Fontaine, construido en 1985 y erigido en uno de los emblemas por antonomasia de esa clase de locales en la ciudad, cesa su actividad tras varias décadas prestando servicio, un desenlace comprensible si se tiene en cuenta que su gerente, Carlos Patiño, ha llegado a la muy venerable edad de 70 años, y al momento de abrazar la jubilación. Eso sí, a este histórico local aún le quedan muchas batallas que librar, muchas comidas que servir, muchos partidos de fútbol que proyectar… De ahí que el susodicho Patiño haya optado por ponerlo en alquiler. Eso sí, el precio, como es lógico, no resulta pequeño…
El portal inmobiliario Idealista es el que recoge el anuncio en cuestión, destacando una mensualidad que ha decrecido de los 5.000 euros originales, a ‘sólo’ 3.500. A cambio de ese importe al mes, quien asuma el control de La Fontaine podrá administrar un establecimiento de 696 metros cuadrados, de los que 686 son útiles, al pie del camino de Cabueñes. Dispone de ocho estancias, seis aseos, una terraza, un almacén y una cocina completamente equipada, además de contar con un aparcamiento propio y una zona de ocio, perfecta para colocar billares, futbolines, mesas de ping-pong y otro juegos análogos. Todo ello, inciden en el texto, ubicado en un entorno rural privilegiado, perfecto tanto para disfrutar de la restauración, como para gozar del ambiente. La inmobiliaria Vigil-Escalera es la que ha asumido la tarea de buscar arrendatario.