La chef al frente de ‘Abarike’ se sienta ante las teclas para deleitar a la audiencia con su talento musical y culinario: «Fue una experiencia maravillosa y también supuso un reto personal importante porque nunca me gustó tocar delante de mucha gente»
Es raro que una persona que tiene creatividad para una disciplina artística no la tenga en muchas otras y, en eso, Lara Roguez sigue el ejemplo. La chef al frente del conocido restaurante Abarike -especializado en el producto del Cantábrico e incluido en la Guía Michelín- inicia nueva aventura fuera de las cocinas de Gijón en la que cambia recetas por partituras, ya que la cocinera ha sido elegida como participante de ‘El Piano’, el nuevo programa de Atresmedia que aterriza el 20 de noviembre en la plataforma para usuarios de pago y el martes 26 a las 22.30 horas emitirá su primera entrega en abierto en el canal de La Sexta.
La cadena ha definido su nueva propuesta como un “anti-talent show», en el que buscan al mejor pianista aficionado del país sin que los propios participantes lo sepan, ya que un jurado asiste a sus actuaciones y las valora desde una sala ajena a todas las miradas. Dos grandes estaciones de tren de Madrid y Barcelona son los ‘escenarios’ en los que los concursantes tendrán que deslumbrar con su virtuosismo como músicos al improvisado público que consigan atraer entre los viajeros de ambas terminales, en un formato que presenta la cantante Ruth Lorenzo. Pero el reto más importante pasará por convencer a Pablo López y Mika, los dos integrantes del jurado y grandes intérpretes al piano.
La nueva apuesta televisiva de La Sexta nace como adaptación del exitoso The Piano, el concurso musical británico que emite Channel 4. En él, como también cuenta la giionesa, no se incentiva tanto la competición entre las personas que participan, sino que «también se basa mucho en contar la historia de vida de cada uno». En su caso, los espectadores podrán conocer su recorrido personal y profesional dentro del mundo culinario hasta lograr abrir su propio restaurante en la ciudad y todos los reconocimientos que han ido detrás.
Roguez combina los fogones con su pasión por este instrumento desde que tenía tan solo 5 años. A tan temprana edad comenzó a dar sus primeras clases en «la Escuela de Música Enrique Truan de la calle Los Moros», hasta que terminó su formación en el conservatorio titulándose en el Grado Medio de Piano. Después y durante toda su vida adulta, ha mantenido su afición por el instrumento y asegura que siempre consigue sacar un hueco para tocar «por lo menos una vez a la semana». Para ella el piano resulta un «refugio» tanto de los días más difíciles en los que llega a casa «estresada» como en los que busca «un poco de relajación».
El programa, que ya se rodó de forma íntegra hace unos meses supuso una experiencia «maravillosa» para la chef además de «un reto personal importante»: «A mí nunca me gustó lo de tocar en público, para mí, mi perro o mis padres sí pero para gente que pasa por la calle…». Se puede decir que fue una terapia de choque importante ya que hubo algún programa en los que incluso «salí temblando casi sin acordarme de cómo había ido la actuación», recuerda ahora entre risas.