La ofensiva del sindicato lleva al tiempo que la Asociación de Empresarios del Transporte de Asturias exige al ministro fijar excepciones a los límites de conducción y descanso para los transportistas, a fin de compensar el cierre de esa vía
Como en todas las crisis, el reciente cierre de la autopista del Huerna, clausurada después de que un ‘argayo’ bloquease totalmente su trazado a la altura de Pola de Lena, se ha abierto paso en el debate político… Y también en el sindical. No en vano, el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) de Asturias, José Manuel Zapico, elevó este viernes la voz desde Gijón para criticar lo que, a su juicio, no es sino la consecuencia de una «falta de mantenimiento» por parte de la concesionaria de la autopista, la empresa AUCALSA, a la que acusa de «privatizar los beneficios» sin garantizar el buen estado de una arteria «básica» para la región. Un ataque con un segundo frente, dirigido al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; porque a él, en lo referente a la búsqueda de alternativas al tránsito por carretera y a la resolución del problema, Zapico exige que «arrime el hombro».
Por lo que a la supuesta falta de mantenimiento se refiere, el líder asturiano de CCOO la hace extensible a otras zonas del Principado. A su juicio, un ejemplo es que, tras el incidente del Huerna, las conexiones naturales con el sur del país por carretera son «prácticamente impracticables» en el lado asturiano, mientras que en la vertiente leonesa están «bien adecuadas». Y es que, según sus declaraciones en el transcurso del acto en suelo gijonés, «hay una falta de mantenimiento evidente, y una falta de inversión durante años a la que tiene ponerse fin». La reflexión final es clara: Asturias «no puede estar en el siglo XXI incomunicada ni un solo día»; de lo contrario, las pérdidas para las empresas afincadas en la región podrían resultar «cuantiosas», con el consiguiente peligro para la pervivencia de decenas, si no cientos, de puestos de trabajo.
Es ahí donde Zapico pasa la pelota a Puente. Para el sindicalista, una vez abierto un único carril de paso en el Huerna, éste «no debería ser de pago», sino gratuito, para que los transportistas «puedan paliar las pérdidas que puedan estar sufriendo en estos momentos». A ese respecto, su acusación contra el ministro es que no está haciendo lo suficiente, y que debe «arrimar el hombro» con prontitud. ¿De qué modo? Aumentando la frecuencia de circulación de los trenes AVE entre Asturias y Madrid en estas «adversas» circunstancias. «Es una cuestión de sensatez», plantea Zapico. En paralelo, y aún en el plano de lo ferroviario, insiste en que los convoyes de alta velocidad hagan una parada en las Cuencas, y reitera la necesidad de poner a punto una red de Cercanías que califica como «infrautilizada». En definitiva, los hechos acaecidos en el Huerna constituyen «una oportunidad de crear en Asturias un metro que sea ágil y del siglo XXI, y que no nos sigamos moviendo en ferrocarril como en el siglo XX».
El testimonio de Zapico llegaba el mismo día que el presidente de la Asociación de Empresarios del Transporte de Asturias (ASETRA), Ovidio de la Roza, reclamaba al Ministerio la puesta en marcha de excepciones a los límites de conducción y descanso establecidos para los transportistas, para compensar los efectos del ‘argayo’ y el desvío por el puerto de Pajares como principal alternativa, que aumenta los tiempos de circulación, y que genera un «impacto absoluto». En concreto reclama pasar de nueve a once horas el límite de conducción diaria máxima; elevar de 56 a 60 el máximo de conducción semanal; aumentar de 90 a 102 horas el quincenal, y reducir los requisitos del descanso diario de once horas por nueve. Estos cambios se solicitan para los conductores cuyo origen sea Asturias, y su recorrido óptimo discurra habitualmente por la AP-66, y para aquellas operaciones de transporte de mercancías que sean necesarias para realizar el suministro y abastecimiento de empresas y ciudadanos del Principado.
«Todas las alternativas implican prolongar de forma muy considerable los tiempos de transportes con los perjuicios que conlleva a clientes, empresas y trabajadores», apunta De la Roza, confiado en la buena recepción que su reclamación tendrá en la Administración estatal. «Espero que comprenda la situación de urgencia y necesidad que nos llevan a solicitar tales excepcionales medidas, pues la realidad es que si al déficit estructural de infraestructuras que conecten a Asturias con la meseta se le suma la complejidad del accidente ocurrido en la AP-66 el resultado es una situación muy compleja tanto para el abastecimiento de empresas y ciudadanos como para la actividad económica de nuestro entramado empresarial, que ve obstaculizada la salida de sus productos», concluye, dirigiéndose directamente al ministro Puente.