Hasta ocho vehículos de la Policía Local y de la Nacional, así como agentes de la UPR con equipo antidisturbios, tuvieron que intervenir para completar el desalojo; su protagonista ha sido evacuado en ambulancia a dependencias hospitalarias
Ha sido un despertar intenso el que han experimentado este miércoles los vecinos de la calle Juan Alonso, ubicada en el barrio gijonés de La Arena. Quizá, más que «intenso», directamente «tenso». Mientras los rayos del sol despuntaban en el cercano horizonte de San Lorenzo, un amplio dispositivo policial se desplegaba en dicha arteria para desalojar a una persona que se había encerrado en una vivienda del portal número once, aparentemente aquejada de un brote psicótico, según comentaron los miembros del operativo. en cuestión Y no ha sido un operativo menor… Hasta ocho vehículos oficiales, pertenecientes tanto a la Policía Local como, fundamentalmente, a la Nacional, han convergido en el lugar. La incidencia está ya resuelta, y el protagonista de esta historia pudo ser evacuado a dependencias hospitalarias a bordo de una ambulancia.
Según han relatado varios de los habitantes del bloque, la primera patrulla apareció entre las siete y las siete y media de la mañana. Para entonces el sujeto, cuyo sexo no ha podido ser confirmado por miGijón, ya se había enclaustrado en el piso, tras haber discutido con su madre. Poco a poco, y a la vista de su negativa a desalojar el hogar, comenzaron a desplegarse más y más uniformados, llegando a sumar tres coches de la Local y cuatro de la Nacional. En los compases finales también fue movilizado un furgón de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de ese último cuerpo; sus ocupantes, dotados de material para el control de multitudes, como escudos antidisturbios translúcidos y largas defensas, fueron los que más expectación causaron entre los vecinos que permanecían asomados a las ventanas, o que transitaban por las aceras.
Afortunadamente, ni la actuación de dichos agentes, ni la de sus compañeros de Seguridad Ciudadana fue necesaria, finalmente. Poco antes de las nueve el personal sanitario que, ante la puerta de la vivienda, había estado intentando convencer a la persona encerrada de que depusiese su actitud lograron su objetivo, y ésta era evacuada en una camilla, gritando una u otra vez un críptico «Mamá, firma». Tal como aseguran habitantes de los pisos aledaños, en estos momentos se encuentra en el Hospital de Cabueñes, recibiendo la atención médica pertinente.