La cocina responsable del restaurante incluido en la Guía Michelín ha expresado su agradecimiento a «todo el equipo» que participó en el concurso: «A Mika, Pablo López y Ruth Lorenzo, la invitación a comer ya os la dejé hecha, así que ¡solo os queda venir por Gijón!»
Solo unos pocos afortunados -y también usuarios de la plataforma Atresplayer- han podido disfrutar del tan esperado «anti-talent show» que se estrenará pronto en La Sexta, y que involucra a una vecina de Gijón. Ayer miércoles tuvo lugar el estreno del primer programa de ‘El Piano’, el formato que nace como adaptación del exitoso The Piano, concurso musical británico que se emite en Channel 4, y en el que un grupo de participantes con cierta soltura ante el instrumento participan en actuaciones improvisadas para aquellas personas que se encuentren en las distintas estaciones de tren de Madrid y Barcelona donde tienen lugar las grabaciones. La labor de conducir el talent corre a cargo de la cantante Ruth Lorenzo, que hará las veces de presentadora mientras los artistas Pablo López y Mika, serán los integrantes del jurado que elegirá al «mejor pianista aficionado del país».
En todo este tinglado han conseguido reclutar a una persona de Gijón, nada menos que chef y con un restaurante especializado en el buen producto del Cantábrico incluido en la Guía Michelín desde su primer año de apertura. Lara Roguez, al frente de Abarike y anterior chef en el restaurante Kraken del Acuario de Gijón participó en el programa a petición de la productora, como persona que ha estado sentada al piano desde tenía 5 años de edad. La gijonesa, ahora emocionada esperando la emisión del concurso el próximo martes 26 en La Sexta, ha dado a conocer las primeras imágenes y reacciones de forma pública a través de su cuenta de Instagram. «Mi paso por El Piano, con la extra majisima Ruth Lorenzo al mando, ha sido más que una experiencia… Desde ese día antes del verano, cuando grabamos el programa y pude disfrutar con mis padres de unos días en Barcelona y de sorprenderles con algo que ni imaginaban, volví a tocar el piano de forma mucho más habitual, he perdido 20 kilos (que no tiene que ver pero me siento orgullosa) y me he quitado de encima un poco de ese “miedo escénico” (que no tengo en ninguna otra cosa) a tocar el piano delante de gente, al fin y al cabo crecí junto a un piano», relata la cocinera.
Roguez ya adelantaba a este diario que su participación supuso una experiencia «maravillosa» para ella, además de «un reto personal importante». Junto a algunos cortes e imágenes del episodio en el que participa, se puede ver a sus padres emocionados acompañándola en la función. «Solamente por ver esto ya mereció la pena venir», menciona su padre. La madre por su parte ,visiblemente emocionada, admite que creía «que ya no tocaba el piano», mientras Roguez cuenta en un momento aparte tras la actuación que su madre siempre le pregunta «si toco el piano, o si lo estoy tocando alguna vez», probablemente porque suponga una parte importante de la infancia, el crecimiento y la educación de su hija. En este adelanto a lo que será su actuación ya puede verse la gran importancia que tiene el rol de los padres en la expresividad ante el piano de Lara y como pilar fundamental en su vida. Mika escucha a la de Gijón bastante asombrado y le pide a Pablo López que se fije en «la conexión y la conversación entre los tres», el padre, la madre y ella: «Pueden hablar sin hablar». De hecho, les dedica la canción que interpreta. «Sé que les encantaría», expresa.
El programa incentiva acercarse a la historia de vida de cada persona tras las teclas más allá de la competitividad entre ellos, por eso en otro corte puede verse a Ruth preguntando a los miembros del jurado: «¿Y la chef?». Pablo López, admite con humor lo esperable: «Estamos esperando que nos invite a comer, eso pa empezar». Ella ha recogido ahora el guante del cantante y tras agradecer a todo el equipo el trabajo en el programa, recuerda a «Mika, Pablo López y Ruth Lorenzo, la invitación a comer ya os la dejé hecha, así que ¡Solo os queda venir por Gijón!»