Veinte días después de su despliegue, el contingente de profesionales enviado a ayudar en las labores de recuperación tras la DANA regresa a casa; su trabajo se ha desarrollado coordinado con los operarios de la EMA y los Bomberos de Asturias
«La íntima satisfacción del deber cumplido». Históricamente se ha dado por sentado que el contenido de esa frase bastaría como compensación de los esfuerzos, a menudo ímprobos, realizados por los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Algo, cómo no, abierto a debate y muy discutido (y discutible) en la actualidad, pero que sí parece haberse cumplido para el destacamento del Servicio de Bomberos de Gijón que, hace ya más de veinte días, fue enviado al Levante español, con la misión de asistir en las labores de rescate y recuperación tras el paso de la devastadora DANA. Sus integrantes están ya de vuelta, cansados, sí, pero satisfechos de lo conseguido. Un balance positivo en general, pese a las estampas de desolación que, muy probablemente, les acompañarán en lo sucesivo, y del que han querido hacerse eco en las redes sociales.
Un sentido «Hasta siempre» sirve de colofón a la publicación hecha el pasado viernes en su cuenta oficial de X (la antigua Twitter) por los profesionales gijoneses, horas antes de recoger el material y emprender el camino de regreso a casa. Atrás quedan casi tres semanas de esfuerzos denodados achicando agua y fango, despejando calles, apuntalando edificios y socorriendo a los valencianos que lo han precisado. Ahora bien, en esa tarea no han estado solos… Con ellos han trabajado tanto compañeros de Bomberos del Principado, como técnicos de la Empresa Municipal de Aguas de Gijón (EMA). Cabe recordar que el tercer equipo de ese último organismo partió hacia el Levante el sábado, con la previsión de que sean, a su vez, reemplazados tras el puente de diciembre. En total, la ciudad asturiana ha movilizado a cinco técnicos de la EMA, con carácter rotativo, y a tres bomberos, a bordo de una cuba y un camión grúa.