Un estudio de la Universidad de Oviedo sobre las consecuencias de la decisión de la multinacional de no construir la planta de reducción directa de mineral de hierro en el concejo apunta que afectaría a todo el tejido productivo de la comunidad
REGIOlab, el Laboratorio de Análisis Económico Regional, publicaba este miércoles su observatorio número 72, dedicado al ‘Impacto del frenazo a las inversiones en DRI: empleo y valor añadido’. Firmado por Esteban Fernández Vázquez y Carmen Ramos, éste calcula que el escenario que provoca el anuncio hecho por ArcelorMittal de aplazar la construcción la planta DRI de Gijón –también del resto proyectadas en otras factorías en Europa– llevaría a la economía asturiana a afrontar una pérdida de valor añadido equiparable a más del 1,6% del Producto Interior Bruto (PIB), así como a dejar de crear 4.243 empleos a tiempo completo.
De ellos, 1.235 corresponderían a Gijón, municipio más afectado, al que seguirían Avilés y Corvera, con 526 y 523, de manera respectiva, según los datos presentados por este grupo de investigación de la institución universitaria. Oviedo (521 empleos), Castrillón (295) o Carreño (221) también sufrirían importantes consecuencias, así como concejos con una importante actividad industrial y logística como Siero (165) o Llanera (138).
“Sus efectos no se circunscribirían a la propia empresa o sector metalúrgico, sino que acabarían afectando de una u otra manera a todo el tejido productivo de la región y prácticamente a la totalidad de sus municipios de una forma u otra”, concluye REGIOlab. La cuantía de la inversión prevista por ArcelorMittal en Gijón era de 798 millones de euros, de los que 450 millones de euros provenían del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Gobierno estatal para subvencionar su plan de descarbonización, mientras que la proyectada en el resto de Europa llegaba a los 5.000 millones.