La Asociación de Familiares de Alumnos del cercano CEIP ‘Miguel de Cervantes’ reclama medidas para apuntalar o, en su defecto, desmantelar el cierre perimetral de la fábrica; también reclaman mejorar en los accesos al centro
Un golpe seco, un breve estruendo, el inconfundible goteo de pequeñas piezas sólidas al caer sobre el asfalto… Y, después, sólo queda el silencio. Bueno, el silencio, un montículo de ladrillos deshechos sobre el camino de Rubín, y también cierta dosis de indignación entre los vecinos. Porque la reciente caída de otra sección del muro que rodea la antigua fábrica Cordelería Baras, clausurada desde finales de la década de 1980, ha vuelto a poner en guardia a los lugareños, preocupados por la posibilidad de que el mal estado de dicho cierre perimetral degenere en nuevos incidentes… Que, por mala fortuna e imprudencia, puedan sorprender a algún transeúnte. Una preocupación que gana fuerza a tenor de la cercanía del Colegio Público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) ‘Miguel de Cervantes’, y que ha llevado a la Asociación de Familiares de Alumnos (AFA) del centro a volver a alzar la voz para pedir al Ayuntamiento que tome medida y apuntale los muros que restan.
«Está en muy mal estado, y hay cierta inquietud; por aquí pasan muchos niños a diario, aparte de los chavales que vienen a actividades extraescolares, y los de los clubes deportivos que entrenan en el colegio», recalcan desde la AFA. Sus responsables también recuerdan que esta cuestión no es nueva; hace un año, aproximadamente, se produjo otro derrumbe, aunque «aquella vez los restos cayeron hacia las vías del tren, no por el lado del camino». Se trata, no obstante, de los dos episodios más recientes dentro de la historia cercana de esta industria extinta, en franco estado de abandono, y sobre la que en 2020 el Consistorio ya tuvo que actuar para clausurar una parte, hasta entonces utilizada como aparcamiento irregular. Ahora la esperanza de los usuarios del ‘Cervantes’, así como la de los lugareños, es que la prevista construcción de las dos torres de viviendas proyectadas dignifique el lugar. Eso sí, entre el equipo directivo del centro afirman no tener constancia de tales demandas.
De todos modos, las reivindicaciones de los usuarios del colegio en cuestión no se limitan a la fábrica de cordeles. La AFA también abandera la petición de mejoras en sus accesos, ya que «están en muy mal estado; cuando llueve mucho, bajan riadas por unas escaleras intransitables, y el agua cubre por encima del tobillo de cualquier persona». A diferencia de lo sucedido con el cierre perimetral de Cordelería Baras, en este caso sí que «se han aportado al Ayuntamiento documentos, como videos y fotos, ya desde hace varios cursos», y hasta se llegó a abordar el asunto en el Consejo Escolar. «La respuesta del Gobierno municipal fue que se darían una solución, pero tiempo después seguimos esperando», lamentan en la AFA. Por ello, aprovechan lo ocurrido en el muro para revitalizar esa demanda y rogar al Ejecutivo gijonés que se apresure.