Este viaje que Raúl ha emprendido desde Asturias hacia el mundo lo convierte en una inspiración para quienes aman la cultura asturiana y creen en la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones
Cuando hablamos de arte que conecta con nuestras raíces, Raúl Rodríguez es un nombre que resuena con fuerza en Asturias y más allá de nuestras fronteras. Este ceramista de Llamas del Mouro ha llevado la cerámica artesanal asturiana a un nuevo nivel, fusionando técnicas tradicionales con una visión contemporánea que cautiva tanto a coleccionistas como a curiosos del arte. Su trabajo no es solo una representación de la cultura asturiana, sino también una apuesta por el respeto al entorno y una sostenibilidad que mantiene vivas nuestras tradiciones, adaptándolas a los tiempos actuales. Sus piezas son el resultado de una combinación perfecta: La maestría en su técnica y su delicada sensibilidad, trasmitiendo eso que es al mismo tiempo sencillo y profundo, una cerámica con piel que está cargada de emoción y es para siempre…
Tuve la suerte de asistir a uno de sus talleres con mis hijos, y la experiencia fue inolvidable. Poder tocar el barro, darle forma y ver cómo se transforma en una pieza única y cargada de significado es algo que dejó una huella en nosotros. Raúl tiene la capacidad de acercar a las personas a su proceso creativo, haciendo que entendamos la esencia de la cerámica y la historia que hay detrás de cada pieza. Este arte milenario, que él mantiene con maestría, permite conectar con la tierra en su estado más puro, una experiencia que pocas veces se puede disfrutar de cerca.
La dedicación de Raúl a su oficio lo ha llevado a exponer su obra en eventos internacionales, como la prestigiosa Bienal de Artesanía de Cheongju, en Corea del Sur. Su presencia en esta exposición, junto a otros grandes artesanos del mundo, habla de su talento y de cómo sus piezas han cautivado a públicos de diversas culturas. Raúl se ha convertido en una marca con un presente brillante y un futuro muy prometedor con proyección internacional. Y aunque su paso por Corea del Sur ha sido un hito, no dudamos de que su nombre volverá pronto a brillar en alguna otra gran ciudad. Parece que las fronteras están destinadas a ser solo un punto de partida para su arte.
Este viaje que Raúl ha emprendido desde Asturias hacia el mundo lo convierte en una inspiración para quienes aman la cultura asturiana y creen en la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones. Él muestra que el arte de nuestra tierra puede traspasar fronteras y ser valorado a nivel internacional, y su éxito refleja también la capacidad de crecer y evolucionar sin perder su identidad honrando la tradición.
Las creaciones de Raúl están íntimamente conectadas con el entorno, de donde proceden las materias primas y los colorantes naturales. Él enfatiza en la importancia de respetar los tiempos y los procesos de elaboración de sus piezas, que están inspiradas en el saber hacer de sus antepasados, y ha sabido elevar el hacer artesano con sensibilidad, respeto y dignidad (tres palabras que son para él un mantra) a un rango contemporáneo.
Llevar la cerámica al límite
Con la eliminación de los elementos más utilitarios de las vasijas ancestrales, asas, bocas y bases se han estilizado y casi desaparecido para alcanzar un carácter artístico que, sin embargo, no renuncia al pasado. Desde hace dos años, tras múltiples bocetos y miles de vueltas en su cabeza, torneando, Raúl Mouro ha logrado «investigar en profundidad las texturas para llevar la cerámica al límite, trabajando con arcillas de receta propia con alto contenido en piedra y asumiendo riesgos«. Así es como ha creado su característico lenguaje; porque este artesano busca, ante todo, la autenticidad a través del aislamiento en su taller, donde nada perturbe su inspiración y su herencia. A Madrid las ha traído Tado, el gran templo de este gremio, más actual que nunca.
Y por eso, por su conexión con nuestra tierra, su sensibilidad y su capacidad de inspirar, por nuestra amistad y la admiración que sentimos hacia su arte, por lo que decidimos tener a Raúl como el primer invitado en nuestro podcast, “Con los Pies en la Tierra”, en una entrevista en vídeo que encabeza este texto.
Desde entonces, hemos tenido el privilegio de conversar con muchos otros referentes de Asturias en diversas disciplinas… cada uno de ellos aportando su historia y su visión particular. A través de este espacio, queremos invitarte a descubrir el valor de nuestra cultura a través de las voces de quienes la construyen día a día.
Sobre Rául
Raúl Rodríguez Arias, descendiente de una destacada saga de alfareros especializados en la Cerámica Negra de Llamas del Mouro (Asturias), ha combinado arte, historia y desarrollo personal en su trayectoria. Licenciado en Historia y Máster en Dirección de RRHH, ha trabajado en proyectos que integran arte y coaching, emprendimiento infantil y actividades inclusivas, colaborando con instituciones como la Cámara de Comercio de Asturias, Valnalón y la Federación Asturiana para la Integración de Discapacitados Psíquicos. Fundador de Artistas y Emprendedores en 2012 y de Art Nómada en 2018, impulsa iniciativas como arteterapia, bebeterapia y talleres de alfarería en grandes superficies. Raúl destaca por su capacidad de innovar usando el arte como herramienta transformadora, y, además, es amante de las gominolas con azúcar.
Verónica Álvarez es gerente de Agencia Asturias, desde donde también produce y presenta el podcast ‘Con los pies en la tierra’, todo un homenaje al talento que nace o vive en el Principado y que tiene una vocación global