La llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar de este año será recordada por el paseo que dio el barco que los trasportaba por todo El Muelle, hasta la altura de ‘las letronas’, antes de atracar en el pantalán de la antigua Rula
No quedó nadie sin saludar. Por primera vez en la historia, el barco que transporta a los Reyes Magos hasta Gijón, en lo que es el inició de la jornada más mágica del año, se paseó por todo el Puerto Deportivo, para deleite de los muchos ciudadanos, grandes y pequeños, que se desplazaron al lugar para recibir a sus majestades. Una gran fiesta en la que sí, finalmente, acompañó el tiempo, con ausencia de lluvia.
Sobre las 10.15, la hora esperada, se dejaba ver el ‘Río Ésera’ por el horizonte, embarcación cedida por el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil para transportar a Melchor, Gaspar y Baltasar. Después de numerosos saludos por el novedoso recorrido, atracaba en el pantalán cercano a la antigua Rula. Representantes de todos los partidos de la corporación, con la alcaldesa Carmen Moriyón al frente, recibieron a los magos de Oriente a la altura del palacio de Revillagigedo, que se dirigieron al Sanatorio Marítimo para hacer una recepción y, después, empezar un recorrido en coche por la ciudad.
A las 13 horas va a comenzar la recepción en el Ayuntamiento, con largas colas formadas ya en el entorno de la Plaza Mayor. Mientras, a las 17.30 horas va a salir de La Calzada la esperada cabalgata, que va contar con el siguiente recorrido: calle Simón Bolívar, la avenida Argentina, Cuatro Caminos, avenida de Galicia, calle 2 de Mayo, avenida José Manuel Palacio (sentido contrario), plaza de Padre Máximo González, avenida de José Manuel Palacio, calle Marqués de San Esteban, Pedro Duro, Álvarez Garaya (sentido contrario), avenida de la Costa, calle San Bernardo, plaza del Instituto (El Parchís), calle Jovellanos, Los Moros, Munuza, plaza de El Carmen, calle Felipe Menéndez, Marqués de San Esteban y los Jardines de la Reina. Por último, a las 20.45 horas sus mágicas majestades van a dirigirse a los gijoneses desde el balcón del Ayuntamiento. Será el último contacto antes de empezar con su larga tarea de reparto de regalos.