El benceno, advierte la entidad, es conocido por sus efectos adversos sobre la salud humana, que incluyen riesgos para el sistema nervioso central, deterioro del sistema inmunológico, daño genético celular, y una relación directa con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, como la leucemia

Los niveles de benceno siguen siendo preocupantemente elevados en varios concejos asturianos, según datos oficiales del Gobierno del Principado de Asturias, y tal y como alerta la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, que señala que, a pesar de las recientes lluvias, las concentraciones de este compuesto orgánico, reconocido por su potencial cancerígeno, han alcanzado valores muy superiores a los límites recomendados en Gijón, Oviedo y Langreo.
En Gijón, se registraron concentraciones de 26,3 µg/m³ en Lauredal, 20,7 µg/m³ en La Calzada y 17,5 µg/m³ en Veriña. En Oviedo, la estación de Trubia marcó 26,1 µg/m³, mientras que en Langreo, Sama registró 20,9 µg/m³. Estas cifras superan ampliamente el valor límite anual de 1,7 µg/m³ estimado como aceptable según normativas nacionales y muy por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece que no existe un nivel seguro de exposición a este hidrocarburo.

El benceno, advierte la entidad, es conocido por sus efectos adversos sobre la salud humana, que incluyen riesgos para el sistema nervioso central, deterioro del sistema inmunológico, daño genético celular, y una relación directa con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, como la leucemia. Además, las partículas contaminantes en general se encuentran en niveles elevados en Asturias. Desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies se señala la falta de medidas efectivas por parte de las administraciones responsables de la gestión de la calidad del aire, a las que acusan de omisión de responsabilidades en la protección de la salud pública. La organización insta a las autoridades a actuar con urgencia ante esta situación, que consideran un problema de salud pública agravado por la emergencia climática. Destacan la necesidad de implementar protocolos efectivos para mitigar la contaminación atmosférica y proteger a la población frente a sus efectos nocivos