
«El antroxu arranca con catorce charangas, tres de ellas de nueva formación»

Quedan exactamente veintisiete días para que el Teatro Jovellanos luzca sus dos jornadas más locas, desternillantes y tronchantes del año, el XXXVII Concurso de Charangas del Antroxu 2025.
De igual manera, aún faltan seis días para que la inscripción de tal acontecimiento se cierre. Así que todo aquel que quiera dejar los restos en las tablas del teatro, que corra o como dice el dicho “calle para siempre”. (Para solventar cualquier duda puede visitarse este enlace: festejos@teatrojovellanos.com o llamar al siguiente teléfono: 985 18 51 67). La organización estima que el número de personas participante en cada actuación no debe rebasar las 85, siendo el mínimo, de 15 almas charangueras.
En cuanto a los instrumentos a utilizar, pueden ser inventados, de percusión indeterminada y contar entre ellos con silbatos y turutas. Resumiendo, que, en los diez minutos, ni uno más ni uno menos, que dure su actuación, hagan ruido a dolor, cuanto más estrepitoso, mucho mejor.
Pero volviendo a las formaciones protagonistas de tan ilustre fin de semana, ya han hecho los deberes todas y la lista de participantes queda así:
Los Mazcaraos, Xareu nel ñeru, Los Restallones, Los Tardones, Folixa pa toos, La última y marchamos, Los Gijonudos, Os Braxileiros, Perdios de los nervios, Los Acoplaos, Kop’A vino y tres nuevos nombres a añadir a estos once. Se incorporan además a la locura antroxera, Medusanba, Akelarre y Ye lo que hay. Y como ya se han escrito ríos de tinta de las once primeras, es de ley dedicar unas líneas a las tres debutantes, que en realidad solo son de nombre.
Los cuarenta de Medusanba no iban a ser charangueros. De hecho, este nombre fue elegido para una batucada, pero “el añu pasau piconos el niki” como confiesa el “boss” Marcos González, y la norma que se habían puesto como meta… “les normes están pa inclumpliles”. Ensayan en el colegio El Piles y La Escuelona y aunque alguno de ellos ya ha saboreado las mieles del éxito en otras formaciones, son casi todos nóveles en este negocio.

Pero ¿qué es realmente ser charanguero? Desde luego debe de ser una forma de vida porque a pesar, como los anteriores, de no tener intención de volver a coger una turuta, el brilli brilli, los disfraces y las mascaritas, les llaman, tiran de ellos y los convierten, casi sin quererlo, en lo que son, una parte fundamental e importantísima de nuestro antroxu.
Esa pasión y ganas de risa y divertimento es lo que mueve también a Ye lo que hay. El año pasado cambiaron los instrumentos por una carroza que impregnó de glamour y sentimiento ABBA el gran desfile carnavalero. Pero la música puede con cualquier otro sentimiento y aunque quedaron segundos con la carroza “Mamina mía” este año volverán a subirse al escenario del Jovellanos.
Laura Bernardo, la secretaria de este conjunto de humanidad, confirmó que intentarán recorrer cada colegio que los requiera para animar los días de festejo. Mientras ensayan con mimo en el colegio Rey Pelayo.

De Akelarre decir que la forman cerca de cuarenta personas de entre uno y cuarenta y tantos años. Son jóvenes, pero no inexpertos en actuaciones porque ya han formado parte de otras charangas. La de ahora ha incorporado nuevas caras, nuevas ideas y mucha ilusión, como bien asegura Diego María Martínez, su presidente.
Ensayan en el colegio Severo Ochoa de Montevil, donde viven buena parte de ellos y esperan con nerviosismo esta nueva era de bacanal.