El del Gobierno local, integrado en el Patronato, fue uno de los votos que posibilitaron ayer la expulsión del aludido del cargo; el portavoz municipal, Jesús Martínez Salvador, apuesta porque el equipamiento cultural sepa «conectar con la ciudadanía»
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Fue la gran sorpresa del arranque de esta semana en Gijón. A punto de cumplir tres años en el cargo Pablo de Soto, director-gerente de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, era cesado fulminantemente de su puesto, después de que medrase por unanimidad la cuestión de confianza planteada contra él por el Patronato de la Fundación que administra el equipamiento. Una cuestión sobre la que este martes, veinticuatro horas después de semejante torbellino, se ha pronunciado Jesús Martínez Salvador, portavoz del Ayuntamiento, uno de los organismos integrantes del Patronato, y precisamente uno de los que votaron a favor de la expulsión de De Soto. El edil de Foro ha aprovechado su comparecencia al término de la Junta de Gobierno Local para defender la maniobra, y para reflexionar sobre las necesidades reales que, en este punto, debe satisfacer quien vaya ser el relevo del saliente.
«Las cifras son muy mejorables«, ha confirmado Martínez Salvador, haciéndose eco de las justificaciones esgrimidas por el Patronato para sostener la cesión, que apuntaban al descuido, por parte de De Soto, de sus obligaciones en los concerniente a la gestión económica y al liderazgo de LABoral. A ese respecto, el concejal gijonés ha insistido que hay informes que avalan que la gestión no se estaba haciendo de la manera más correcta posible, razón por la que el Consistorio respaldó la salida del hasta ayer director-gerente. Y ha concluido teorizando que, en el momento actual, el gran reto pendiente de LABoral es abrirse al público. «Una institución así solo tiene sentido si es capaz de dialogar con la ciudadanía y conseguir que se acerque al equipamiento«, ha finalizado, deseado que la nueva etapa del equipamiento vaya en esa línea, alzándose como un auténtico referente cultural para toda Asturias.
Son una panda de idiotas hipocritas los politicos de Gijon. Que supongo quieren enchufar alli su cuñado.