La guerra arancelaria desatada por Trump y el creciente empuje del metal chino marcan la agenda europea del presidente regional a pocos días de que la Unión haga pública su nueva planificación estratégica para implementar una industria ‘limpia’

El futuro de la industria europea y, por consiguiente, de la española y de la asturiana, está en el aire. Lejos de ser una afirmación alarmista, la guerra de aranceles sobre las exportaciones europeas declarada desde Washington por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la creciente pujanza del metal chino han puesto al tejido comunitario en una tesitura difícil, tensionada aún más por la próxima reestructuración del sector para hacer los procesos productivos más ‘limpios’. Y precisamente con esa inquietud en mente iniciaba ayer lunes en Estrasburgo su ronda de reuniones el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien acudía en compañía del eurodiputado asturiano Jonás Fernández. Un periplo que proseguirá este martes, y cuya nota principal consistirá en eeclamar ante las autoridades comunitarias una política industrial «potente», que ayude a avanzar en los procesos de descarbonización y a consolidar el futuro de la siderurgia integral asturiana.
«Este viaje es muy importante en un momento como este, en un contexto volátil y difícil, marcado por las amenazas arancelarias del presidente Trump y a escasos días de que la Unión Europea presente la planificación estratégica para una industria ‘limpia'», reflexionaba ayer el propio dirigente regional, al término de los primeros encuentros. Fue una jornada intensa, a la que sucederán hoy encuentros con la vicepresidenta de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, y con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. Previamente, Barbón se reunirá con la presidenta del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo, Iratxe García, además de estar prevista una entrevista con el vicepresidente para la Prosperidad y la Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné. En fin, un completo abanico de acciones pensadas para apuntalar el tejido industrial asturiano y que, concluía ayer el presidente autonómico, acallando las críticas de algunos sectores de la oposición, hacen su presencia en suelo francés «más que justificada en defensa de los intereses de Asturias».
Una apuesta clara por reforzar el proyecto comunitario
Y es que, en líneas generales, la visita persigue abordar las principales preocupaciones del Principado con las que son, al fin y al cabo, tres vicepresidencias fundamentales para el futuro de la industria. «Hay que dotar de recursos la reindustrialización de Europa; redefinir, intensificar y seguir aplicando el arancel ambiental y hablar de industria y del Fondo de Transición Justa, entre otras cuestiones vitales», resumió ayer Barbón. En ese sentido, conviene recordar que, en los últimos meses, el jefe del Ejecutivo ha demandado en diferentes foros el fortalecimiento de la política industria europea, de modo que consolide la posición de ventaja de Asturias para liderar la industria verde y garantice el mantenimiento de la siderurgia integral. Con semejante bagaje, el viaje a Estrasburgo supone un paso más en esta estrategia de defensa de la industria, que persigue que la Unión Europea reaccione sin demora para blindar los intereses de los países miembros ante la competencia exterior.
No obstante, no todo se reducirá a asuntos de índole industrial. Desde un enfoque más institucional, Barbón insistirá ante la presidenta Metsola en la necesidad de que la mayoría proeuropea «cierre filas y no ceda al chantaje de quienes quieren acabar con el proyecto de la Unión Europea». En definitiva, una defensa acérrima del modelo comunitario en un momento en el que el avance de posturas secesionistas y negacionistas pone en peligro la integridad de la Unión.