La hasta ahora consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio asume este cargo «con el compromiso de impulsar una intensa agenda comercial para la captación de nuevos tráficos y rutas que conecten a Gijón con Europa y el resto del mundo»

En un acto al que acudieron el presidente Adrián Barbón; el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Lapena; la alcaldesa Carmen Moriyón; el presidente de la Junta General, Juan Cofiño; o la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, entre otras autoridades, Nieves Roqueñí tomó ayer posesión en el salón de actos del Puerto del cargo de presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón en sustitución de Laureano Lourido, que permaneció en el mismo por 9 años. Lo hizo «con ilusión y responsabilidad» y «con el compromiso de impulsar una intensa agenda comercial para la captación de nuevos tráficos y rutas que conecten a Gijón con Europa y el resto del mundo», para lo que cree fundamental «contar con una potente zona logística como la ZALIA». También consideró prioritario «construir una nueva relación puerto-ciudad, trabajando por una mejora continua de la calidad ambiental del entorno, y sobre la base de un diálogo permanente y abierto con la ciudadanía».
Barbón, por su parte, dio consejos a la que hasta ahora era su consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio: «confía en tu enorme capacidad de trabajo, en tu conocimiento técnico, en tu rigor y en tu buen hacer». Y repitió la consigna que trasladó a Roqueñí cuando anunció su designación como presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón, esto es, «un Musel seguro, limpio y abierto». «Los barrios de El Muselín, Pescadores, Natahoyo, La Calzada o Portuarios deben tener la certeza de que el puerto no es sólo un enclave de actividad fabril y comercial, sino también una parte esencial de su ciudad que contribuye a hacerla más próspera y más humana», afirmó.