La empresa navarra advierte a la Fiscalía de Asturias de que Blue Solving, compañía para la que trabajaban los cinco fallecidos en la explosión del lunes, habría incurrido en prácticas fraudulentas contra ArcelorMittal en el suministro de minerales

Todo eran teorías, posibilidades, habladurías, rumores… Pero, desde este viernes, ya hay una ficha legal en el tablero. La empresa navarra Proyectos Mineros e Ingeniería (Promining), SA, ha presentado ante la Fiscalía Provincial de Asturias una denuncia según la cual, y siempre a tenor de su contenido, Blue Solving, compañía para la que trabajaban los cinco trabajadores muertos y los cuatro fallecidos en la explosión registrada el lunes en la mina de Cerredo, en Degaña, habría incurrido en diferentes hechos constitutivos de delitos. Concretamente, a juicio de Promining se habría producido un «fraude de ley al encubrir labores de explotación bajo el paraguas de un permiso de investigación», así como un «indicio de engaño o fraude que se está perpetrando contra la empresa ArcelorMittal».
Para sostener tan graves acusaciones, la empresa remite a dos documentos reenviados a la Dirección General de Energía el 12 de marzo de este año. En ellos se denunciaba que Carbones La Vega, que opera en la mina de Villares de Arriba, en Ibias, y Blue Solving, incumplían la normativa nacional y comunitaria tanto desde el punto de vista del ordenamiento minero, como de la normativa reguladora de las ayudas publicas nacionales y europeas. Y lo habrían hecho, además, de tres formas distintas, siendo la primera «la falsedad de la supuesta investigación del grafito», toda vez que Blue Solving presentó distintas variedades de dicho material, «ninguna de las cuales está presente en el yacimiento de Cerredo»; a ese respecto, la compañía en cuestión habría recibido del Instituto para la Transición Justa (ITJ) una subvención de casi un millón de euros para consumar la investigación, de la que, invita Promining, «habrá que analizar cuáles son los resultados».
A juicio de la corporación navarra, el segundo posible hecho delictivo en el que habría incurrido Blue Solving sería «el fraude de ley de encubrir labores de explotación bajo el paraguas de un permiso de investigación». A ese respecto, inciden en que «lo que se está haciendo en Cerredo es, lisa y llanamente, una explotación de carbón sobre macizos que quedaron sin explotar en la antigua mina, y cuyo destino es la venta del carbón». Esa venta se haría tanto «en grano, para calefacciones, que es el mercado que conoce desde siempre Jesús Manuel Rodríguez Moran (propietario de Carbones La Vega) en su carbonería de Villabalter, en León, y en menudo, tras mezclarlo con carbones, para otros usos industriales». Por último, el tercer posible delito afecta no ya a Cerredo, sino a la explotación a cielo abierto de Tormaleo, en Ibias, «donde se supone que se explota una mina de interior».
En Promining afirman que «alguno de los fallecidos ya había sufrido mareos en días previos por presencia de gas en las explotaciones, lo cual no es de extrañar si, como parece, ser la explotación, situada a más de mil metros de la calle, no tenía ni siquiera ventilación secundaria»
Así las cosas, Promining está convencida de que «Jesús Manuel Rodríguez Morán, a través de Carbones La Vega, suministra carbón a la acería de AcerlorMittal», sí, pero, al mismo tiempo, «los carbones que explota en Cerredo no son coquizables; es decir no son aptos para la acería, especificaciones que sí que podría cumplir el carbón de Tormaleo, pero los volúmenes suministrados apuntan a que no solamente se suministraba carbón de la mina, sino también de importación». Datos todos que apuntarían a «un conjunto de indicios de engaño o fraude que se está perpetrando contra ArcelorMittal, que, por normativa comunitaria, solamente puede comprar mineral a productores de carbón, nunca a intermediarios«. Por si fuese poco, la minera navarra pone el dedo en la yaga de la Administración, sorprendiéndose de la «inexplicable, o quizá no tanto, permisividad de las autoridades competentes«. Al fin y al cabo, «con una mina a cielo abierto que se hace pasar por subterránea, como la de Tormaleo, a la que cualquiera puede acercarse y comprobar lo que allí se está haciendo; con una mina como la de Cerredo, de la que salen camiones desde hace años, y con todos los antecedentes que se han expuesto, no es entendible que nadie tomara cartas en el asunto«.
Pero el texto de la denuncia presentada ante el Ministerio Fiscal por Promining también dedica párrafos a la explosión registrada el lunes, aclarando que se produjo «en el denominado ‘piso tercero’ del Mangueiro, donde, al parecer se estaba llevando a cabo la explotación de la capa Z de ese yacimiento, en encerrado; es decir sin la segunda salida a la que obliga la legislación minera y, por tanto sin circuito de ventilación«. Un conjunto de circunstancias que, a criterio de los navarros, «no es compatible con trabajos de investigación en los términos previstos en la legislación minera». Y es que, de nuevo en palabras de la empresa denunciante, a la vista de informaciones recabadas por sus técnicos, «alguno de los fallecidos ya había sufrido mareos en días previos por presencia de gas en las explotaciones, lo cual no es de extrañar si, como parece, ser la explotación, situada a más de mil metros de la calle, no tenía ni siquiera ventilación secundaria«. La esperanza de Promining es que los supervivientes confirmen ese punto.
Al final, les echaran la culpa a los trabajadores… que vergüenza de pais.