El programa, desarrollado Fundación Municipal de Cultura, regresa para ofrecer a la infancia alternativas a las redes sociales e internet; como novedad, se ha habilitado un espacio de colaboración para atender a aquellos con dificultades de acceso

Puede que a algunos de los más jóvenes les resulte extraño leerlo, pero hay todo un mundo, nunca mejor dicho, fuera del universo digital. Un infinito de diversiones, aprendizajes, experiencias… En fin, de posibilidades enriquecedoras que no dependen de una pantalla para ser disfrutadas. Y con el fin de explorar algunas de ellas regresa a Gijón Bibliosalud, el programa desarrollado por la Fundación Municipal de Cultura (FMC) orientado a niños y adolescentes de entre seis y catorce años, y concebido para ofrecer alternativas a las redes sociales y a internet. Los primeros talleres comenzarán este mismo lunes en la biblioteca de Contrueces, y se realizarán durante la Semana Santa en distintas bibliotecas de la ciudad, extendiéndose hasta el 27 de noviembre. Cada taller dispondrá de diez plazas, y las inscripciones se pueden hacer con la Tarjeta Ciudadana en cajeros, en la aplicación móvil de Gijón o por internet, a través de este enlace.
En última instancia, y siempre según lo trasladado desde la FMC, el objetivo es «promover la salud en las familias y en la población infantil y juvenil» mediante juegos cooperativos y de estrategia, dejando a un lado las pantallas. Las propuestas son eclécticas, e incluyen un Club de Juegos (para interesados de entre nueve y doce años), un Taller de Lettering, o caligrafía (de once a catorce años), la propuesta lúdica Mis Primeros Juegos (de seis a ocho años), la iniciativa de oratoria Cuéntamelo en Voz Alta (de ocho a diez) y un Club Otaku, enfocado a los amantes de la cultura japonesa (de doce a catorce años. Además, como novedad, se habilitará un espacio de colaboración para atender a aquellos de los inscritos que presenten mayores dificultades de acceso a las actividades.
Como en ediciones previas, esta nueva cita de Bibliosalud parte de una preocupación muy real que inquieta a buena parte de los agentes sociales: la excesiva dependencia, por parte de los niños y adolescentes, de las nuevas tecnologías. Tal como recuerdan desde la FMC, la práctica totalidad de los adolescentes que cursan ESO dispone de teléfono móvil tipo smatphone con conexión a internet, e incluso se apunta a que ya acceden a dicho dispositivo a una edad promedio tan temprana como los 10,96 años. Más aún, seis de cada diez adolescentes duermen con el móvil, y uno de cada cinco se conecta por la noche, por no hablar del 97,9% que está registrado en alguna red social. En cuanto a sus usos, más habituales tienen que ver con fines relacionales o lúdicos, aunque se alerta de que uno de cada diez adolescentes ha recibido una proposición sexual digital por parte de un adulto, un 26,8% practicó alguna vez sexting pasivo, otro 8% lo realizó activamente, un preocupante 11,4% sufrió presiones para hacerlo.