Su presidenta, María Calvo, recuerda que Asturias atraviesa «un momento crítico», con retos «de enorme magnitud», frente a los cuales «tener claramente definidas las competencias industriales dentro del Gobierno, sin fragmentación ni reparto que diluya el foco estratégico, es más necesario que nunca»

Asturias aún sigue conmocionada tras el anuncio, hecho esta mañana por su presidente, Adrián Barbón, de la desaparición de la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Comercio, hasta ayer en manos de Belarmina Díaz, y cuyas competencias pasarán a repartirse Alejandro Calvo y Borja Sánchez. Sin embargo, las primeras reacciones críticas críticas con tan tajante medida ya han comenzado a hacerse notar. Concretamente, desde la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), cuya presidenta, María Calvo, ha instado a Barbón a que «reconsidere» su decisión. El argumento para ello es simple: dada la actual coyuntura regional, nacional e internacional, en la FADE no suena como algo favorable acabar con un área especializada y aglutinar sus competencias en otras dos que, de entrada, ya tienen sus propias competencias.
«La industria asturiana atraviesa un momento crítico, con retos de enorme magnitud«, ha alertado Calvo, defensora de la idea de que, frente a ese panorama, «tener claramente definidas las competencias industriales dentro del Gobierno del Principado, sin fragmentación ni reparto que diluya el foco estratégico, es más necesario que nunca«. De ahí que, a su juicio, la actual división deba ser sustituida por una «atención plena» y un «enfoque prioritario». Al fin y al cabo, ha concluido Calvo hace escasos minutos, «el nivel de exigencia es máximo, y el momento no permite dispersar el liderazgo en materia industrial«.