La solidaridad asturiana vuelve a brillar contra el cáncer: «El apoyo social ha sido fundamental para avanzar en tratamientos», asegura Yolanda Calero, presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Asturias en su jornada anual de cuestación, celebrada la semana pasada

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Asturias ha recaudado más de 51.000 euros en su jornada anual de cuestación, celebrada la semana pasada en Oviedo, Gijón y Avilés. La cifra, superior a la del año anterior, se alcanzó gracias a las donaciones recibidas tanto en las tradicionales huchas como por medios digitales. La acción se enmarca dentro del objetivo de la AECC de alcanzar un 70% de supervivencia en cáncer para el año 2030, una meta para la que la asociación insiste en la importancia de impulsar la investigación oncológica y garantizar que los pacientes puedan acceder a los tratamientos más innovadores.
Durante la jornada, cerca de 70 mesas informativas y de recaudación se instalaron en puntos estratégicos de las tres ciudades, como la Plaza de la Escandalera en Oviedo o el Paseo de Begoña en Gijón, con la participación activa de voluntarios, instituciones, centros educativos, hospitales y empresas. En palabras de la presidenta de la AECC en Asturias, Yolanda Calero, “el apoyo social ha sido fundamental para avanzar en tratamientos y ofrecer una atención más humana”. Calero destacó que solo en 2024, la asociación invirtió más de 740.000 euros en investigación y ofreció servicios gratuitos de apoyo integral a pacientes y familiares en Asturias, incluyendo atención psicológica, fisioterapia, nutrición y asesoramiento legal.
A nivel nacional, la AECC mantiene su posición como principal impulsora de la investigación oncológica en España, con 143 millones de euros comprometidos en 750 ayudas activas en las que participan más de 2.300 investigadores. En 2024, se concedieron 257 ayudas por valor de 32 millones de euros. Además, la asociación ha anunciado una nueva convocatoria de ayudas por valor de 10 millones de euros, bajo el nombre “Reto 70% de Supervivencia”, orientada a investigar los tipos de cáncer con tasas de supervivencia más bajas (inferiores al 30%) y con potencial de mejora significativa en los próximos años.