Los sujetos, en poder de la Policía Nacional, llamaron la atención de las autoridades por la «brutalidad» empleada en los asaltos; sus víctimas solían ser objetivos vulnerables, como otro jóvenes que regresaban a sus hogares en solitario

«Sorpresivos», «brutales» y «coordinados» como una «manada». Así es como operaban los nueve jóvenes, dos de ellos menores de edad, a los que la Policía Nacional ha echado el guante en el marco de la Operación ‘Lupercio’, acusados de haber perpetrado varios robos con violencia e intimidación en Oviedo. De hecho, la última detención se ha producido este mismo martes, en Gijón, si bien la investigación continúa abierta, y no se descartan nuevos arrestos. Cinco de los aprehendidos hasta ahora ya han ingresado en prisión, y los dos menores se encuentran recluidos en el Centro Juvenil de Sograndio; en todos los casos, por orden expresa de la Fiscalía de Menores del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
Según ha trasladado el cuerpo policial encargado del operativo, las pesquisas comenzaron tras recibirse varias alertas sobre asaltos en los que coincidían el modus operandi y el perfil de las víctimas. Así, los atacantes habrían actuado en las madrugadas de los fines de semana, particularmente en las inmediaciones de las zonas de ocio nocturno, y eligiendo como blancos a personal vulnerables, como otros jóvenes que regresaban solos a sus domicilios. Aprovechando esa vulnerabilidad, los autores de los robos habrían seleccionados a sus objetivos, cayendo sobre ellos de forma coordinada y con un alto grado de violencia. Cogidos por sorpresa, en inferioridad numérica y sin posibilidad de reacción eficaz, las víctimas habrían llegado a sufrir lesiones serias si intentaban defenderse. Y todo ello para obtener botines raquíticos, consistentes en teléfonos móviles, dinero en efectivo, pequeñas joyas… En fin, lo que los asaltados llevasen encima en el momento del suceso.
Afortunadamente, una imagen vale más que mil palabras, y gracias a las grabaciones hechas en la zona, reforzadas por los testimonios aportados, los agentes de la Policía Nacional pudieron identificar a los autores. Eso sí, no fue tarea fácil, pues cambiaban de domicilio con frecuencia, llegando al extremo de ‘okupar’ viviendas deshabitadas. Los ocho primeros fueron arrestados en Oviedo, mientras que el noveno ha sido capturado hoy en Gijón. Como se ha dicho, no se descartan nuevas detenciones.