Los socialistas invitan a aprovechar la coyuntura para redactar un nuevo documento que no incurra en los errores de forma que han alimentado el fallo judicial, en vez de empantanarse en un pulso con el TSJA, con el que «sólo perderíamos tiempo»

Gijón seguirá en la liza judicial contra Vox por el Plan de Normalización Llingüística de la ciudad. Menos de una semana después de que el Juzgado Contencioso Administrativo Número Uno atendiese la demanda presentada por los de Sara Álvarez Rouco, y sentenciase la anulación de dicho documento por los errores de forma detectados en su tramitación, el Pleno municipal ha cerrado filas y ha obtenido los refrendos necesarios para presentar un recurso de apelación contra el fallo en cuestión, elevando el asunto al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). Eso sí, no ha sido un apoyo unánime… Y no sólo por la más que previsible oposición de Vox. Tampoco el PSOE ha ofrecido un voto favorable, optando por la abstención al entender que, dado el tradicional escaso éxito de los recursos en el TSJA, la mejor táctica sería, directamente, la redacción desde cero de un nuevo Plan. Esta vez, sin fallos.
«El camino del TSJA no es halagüeño, puesto que, desde 2016, todos los planes urbanísticos y ordenanzas impugnados que fueron allí, cayeron», ha recordado el socialista Ramón Tuero durante su exposición de motivos. Y es que, si bien en el PSOE no son contrarios a presentar esa batalla, sí opinan que «perderíamos tiempo si solo recurrimos», por lo que invitan a compaginar ambas tácticas. Sobre todo, a la vista de que, a juicio de Tuero, «desde la Fundación Municipal de Cultura pueden hacerse las cosas mejor». He ahí las bases de una abstención que, sin embargo, no ha sido bien acogida por los restantes grupos, profundamente críticos con la ofensiva de Vox. Así, desde Podemos Olaya Suárez ha llamado a dar los pasos necesarios para «no poner freno a las políticas de defensa del asturiano», al tiempo que su homólogo al frente de Izquierda Unida (IU), Javier Suárez, afeaba el hecho de que «a la extrema derecha le aterra la diversidad; incluso la diversidad lingüística».
Tampoco en el PP se han quedado atrás. Convencida de que el Plan depuesto aúna su visión de un asturiano protegido y fomentado, pero no obligatorio, Ángela Pumariega ha dado su visto bueno a un recurso que «va en la línea de lo que venimos defendiendo», en tanto en cuanto el documento «debe seguir siendo un instrumento no normativo». Una estela, la trazada por los populares, seguida por Foro; desde sus filas, la edil Montserrat López ha recordado que el documento de la discordia «respeta la libertad y la voluntariedad en el uso del asturiano», y ha matizado que «no se le pueden exigir a este Plan de Normalización unos requisitos impropios de un Plan de Normalización». En suma, un frente político no común, pero sí numeroso, al que la portavoz de Vox, Sara Álvarez Rouco, ha opuesto una nueva acusación: la de que la propuesta para el inicio del recurso «no se basa en informes jurídicos, como dicta el reglamento del Ayuntamiento, sino en uno de la Fundación Municipal de Cultura». Matiz ese que no ha impedido a Rouco zanjar su intervención con una advertencia: «pueden insistir, si quieren, pero la sentencia es rotunda».
Interesante, gracias.