En lugar de sumarse de forma inmediata a la huelga, propone una serie de medidas de presión progresivas, entre ellas: limitar la actividad docente únicamente a tareas académicas, renunciar a la realización de actividades complementarias como salidas escolares

No hay unanimidad en los sindicatos educativos. Esta semana desde CCOO, CSIF, SUATEA y UGT se llamaba a los docentes a una huelga en Asturias ante el malestar de la plantilla educativa con un último capítulo, la eliminación de la jornada reducida en junio y septiembre para el alumnado de Infantil y Primaria, que ha terminado por desatar la indignación del profesorado. Un llamamiento que, sin embargo, no es compartido por ANPE, que anunciaba este martes que no respaldará por el momento la convocatoria, una decisión que hace desmarcarse a la organización y abre una brecha respecto a la postura unificada que venía manteniéndose hasta ahora.
Desde el sindicato han explicado, mediante un comunicado, que es necesario “evitar escenarios de experiencias anteriores que contaron con escaso apoyo, lo que debilitó la fuerza de las reivindicaciones”. Hace por ello un alegato por la unidad y por trazar una hoja de ruta común, evitando decisiones unilaterales. Así, en lugar de sumarse de forma inmediata a la huelga, propone una serie de medidas de presión progresivas, entre ellas: limitar la actividad docente únicamente a tareas académicas, renunciar a la realización de actividades complementarias como salidas escolares, talleres o teatros; coordinar la dimisión en bloque de equipos directivos de centros saturados por la carga burocrática; y promover movilizaciones en los centros como paso previo a una gran manifestación en Oviedo. En última instancia, se plantearían paros parciales en junio y septiembre, de una hora de duración, -de 13 a 14 horas- con el fin de minimizar el impacto económico para los docentes. El sindicato insiste en que no descarta una huelga, pero que esta debería ser el resultado de un proceso colectivo y estructurado.
Esta postura contrasta con la adoptada por sindicatos como CSIF, CCOO, SUATEA y UGT, que ya han confirmado su apoyo a la huelga. La Consejería, por su parte, sostiene que la eliminación de la jornada reducida no implica un aumento del horario laboral del profesorado, ya que su presencia en los centros durante esos meses estaba ya contemplada. La consejera Lydia Espina ha defendido la medida como un avance en conciliación familiar y unificación de horarios escolares.
CSIF se plantea acudir a la huelga «en solitario»
En este contexto, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lamentado el bloqueo sindical y ha confirmado que mantiene su propuesta de huelga indefinida en solitario. En una nueva reunión celebrada esta mañana con CCOO, UGT y SUATEA, CSIF ha constatado “la falta de compromiso del resto de sindicatos mayoritarios” y ha manifestado su preocupación ante la falta de unidad para responder “al clamor de los profesionales de la enseñanza asturiana”.
La organización sindical recuerda que, además de la restitución de la jornada reducida en junio y septiembre, existen otras demandas laborales prioritarias como la equiparación salarial, la reducción de la carga burocrática, una carrera profesional real y la disminución de la jornada lectiva para los mayores de 55 años. Ante la falta de acuerdo, CSIF reunirá en las próximas horas a su Ejecutiva Regional para definir los próximos pasos, con el objetivo de seguir defendiendo los derechos del profesorado asturiano “con responsabilidad y coherencia”