Habla Begoña Fernández, la empresaria atrapada por unas horas en un peligroso conflicto en Libia: “No soy una inconsciente, pero seguiré trabajando para generar oportunidades a mi región”

La empresaria Begoña Fernández Costales, presidenta a su vez de FEDA, se ha visto envuelta en un peligroso conflicto en Trípoli, Libia. Viajaba por negocios con otro grupo de empresarios con la Cámara de Comercio de Tarragona, y su estancia coincidió con el asesinato del jefe de una de las milicias del país, Abdel Ghani al Kikli, conocido como “Ghaniwa”.
Fue durante una cena informal cuando saltaron por vez primera las alarmas. El móvil de Roberto Barros, director internacional y encargado de los viajes de la Cámara de Comercio de Tarragona y el de los delegados del país avisaban de que algo anormal estaba pasando. Pero la llamada más alarmante fue la del propio Álvaro Gordallo, segundo de la embajada de España en Libia. Este les avisó de que regresaran de inmediato a su hotel.

“Ese fue un trayecto complicado”, asegura Fernández- Costales “Mi delegado había aparcado el coche un poco alejado del restaurante, así que ahí sí que me apuré un poco al escuchar el fuego cruzado”, confiesa la empresaria. Ya en el hotel los bombardeos y tiroteos de las milicias obligaron a los responsables del alojamiento a acompañar a sus clientes a los sótanos, donde estuvieron un buen número de horas.
Al día siguiente, un convoy de la embajada de España fue a rescatarlos acomodándolos hasta la evacuación, en la embajada, donde durmieron una noche. Pudieron volar con destino a Roma y de ahí a Madrid.
Ahora están ya en casa.

En cuanto a la pregunta de si este trance le ha hecho dar marcha atrás en su negocio, Begoña es rotunda: “No soy una inconsciente, pero seguiré trabajando para generar oportunidades a mi región” asegura no sin antes despedirse con sinceros agradecimientos a todas las personas que trabajan en la embajada de España en Libia.