Juan Carlos Río rescata el alma rural y sidrera del Gijón histórico en un libro que se presenta esta tarde en el Antiguo Instituto

El Salón de Actos del Centro de Cultura Antiguo Instituto acoge este martes 20 de mayo, a las 19:00 horas, la presentación del libro De Gijón y de Sidra. Dieciséis crónicas y un diario, obra del ingeniero y escritor gijonés Juan Carlos Río García. El acto, con entrada libre hasta completar aforo, está organizado por el Colectivo de Vega en Defensa del Medio Rural y contará con la participación de Luismi Piñera, Juaco López, Emilio Martínez y el propio autor.
El libro propone un recorrido por el Gijón de finales del siglo XIX y principios del XX a través de 16 crónicas elaboradas con material extraído de hemerotecas digitales-. Estas páginas reconstruyen el vínculo profundo entre la ciudad y su tradición sidrera, retratando un paisaje donde los pomares cubrían el territorio y la sidra se producía de forma artesanal en caserías y llagares familiares.
Más que un ensayo histórico, la obra se convierte en un viaje cargado de memoria, en el que la sidra, los chigres y la vida rural sirven como hilo conductor para explorar no solo la cultura material, sino también los modos de vida y el contexto social de una ciudad que, por aquel entonces, aún conservaba su carácter campesino e industrial.
Río García, vinculado al mundo de la sidra desde la infancia por tradición familiar, cultiva hoy manzanas y elabora sidra de forma no profesional. Su vínculo emocional con el territorio se refleja en detalles como la fotografía de portada del libro, tomada en el hórreo del Molín de la Piedra, en Granda, y protagonizada por su propia familia.
Las crónicas seleccionadas incluyen no solo referencias a la producción sidrera, sino también pinceladas de historia local como las campañas de Marruecos, el paso del cometa Halley o curiosos proyectos de tranvía nunca realizados, que permiten redescubrir la geografía rural gijonesa.
Inspirado por figuras literarias locales como Adeflor, Pachín de Melás o Alfonso Camín, Juan Carlos Río ofrece con este libro un homenaje a la identidad sidrera de Gijón y una reivindicación del valor cultural de su medio rural. Un testimonio entrañable que devuelve a la ciudad su sabor de antaño.