Deterioro salarial, plantillas insuficientes, ratios elevadas, falta de reconocimiento profesional… Estas son las razones de CSIF para acudir a la huelga educativa

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha convocado una huelga indefinida en la enseñanza pública asturiana, que comenzará el próximo 27 de mayo y afectará a todas las etapas educativas no universitarias: Infantil, Primaria y Secundaria. La protesta se desarrollará en bloques semanales de cuatro días hasta el final del curso escolar. El sindicato, que actúa en solitario tras no alcanzar consenso con otras organizaciones, justifica esta medida en un «deterioro progresivo del sistema educativo» y ha hecho público un documento en el que detalla 12 motivos que sustentan la convocatoria.
Las principales reivindicaciones de CSIF
- Recortes en atención a la diversidad:
El sindicato denuncia una reducción continuada de personal especializado en Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje y apoyo educativo, lo que impide una inclusión efectiva del alumnado con necesidades específicas. - Plantillas insuficientes y ratios elevadas:
Critican que las ratios actuales no permiten una atención adecuada al alumnado y exigen una bajada real, adaptada a las realidades socioeducativas. - Interinidad cronificada y precariedad laboral:
Según CSIF, un 24% del profesorado se encuentra en situación de interinidad. Reclaman un plan de estabilización justo que proporcione seguridad laboral. - Falta de personal administrativo:
Señalan que la ausencia de personal de gestión sobrecarga al profesorado con tareas burocráticas ajenas a su función docente. - Penalización por enfermedad:
Acusan a la administración de reducir el salario a quienes sufren enfermedades graves de larga duración, como el cáncer, al eliminar complementos retributivos. - Retrasos en la cobertura de bajas:
Aseguran que las bajas docentes pueden tardar hasta 15 días en cubrirse, lo que afecta a la calidad educativa y recarga al resto del equipo docente. - Desigualdad territorial:
Denuncian infrafinanciación estructural en zonas rurales, donde la gestión recae en equipos directivos unipersonales sin apoyo suficiente. - Infraestructuras obsoletas:
Mencionan problemas habituales en los centros como goteras, calefacción deficiente, falta de ventilación y accesibilidad limitada. - Supresión de apoyos y refuerzos educativos:
Alertan de la reducción progresiva de profesorado de refuerzo, lo que dificulta la atención individualizada en aulas cada vez más diversas. - Falta de reconocimiento profesional:
Critican que funciones como tutorías o coordinaciones no están adecuadamente reconocidas ni retribuidas, lo que incrementa la carga laboral. - Deterioro salarial:
CSIF afirma que el profesorado asturiano ha perdido más de un 20% de poder adquisitivo desde 2010 y se sitúa entre los peor remunerados del país. - Conciliación familiar limitada:
Denuncian la imposición de tareas fuera del horario laboral, como reuniones o formaciones, que dificultan la conciliación de la vida personal y profesional.
Un conflicto sindical dividido
La convocatoria se produce en un contexto de división entre sindicatos. Aunque inicialmente existía una intención compartida de movilización, la falta de acuerdo sobre el formato ha llevado a CSIF a actuar en solitario. Mientras el sindicato aboga por una huelga indefinida con continuidad, otras organizaciones como ANPE defienden acciones más progresivas, como la limitación de actividades no lectivas o paros parciales.
CSIF ha hecho un llamamiento a todo el profesorado para que secunde la huelga y ha solicitado la apertura urgente de una mesa de negociación con la Consejería de Educación que aborde las necesidades estructurales del sistema educativo asturiano. «Esta huelga no es contra las familias ni el alumnado, es una defensa activa de la educación pública», ha subrayado el sindicato.