
El teletrabajo se ha convertido en una modalidad habitual en muchos sectores. Esta forma de trabajo tiene ventajas claras, como el ahorro de tiempo en desplazamientos o una mayor conciliación, pero también plantea retos importantes: mantener la productividad, cuidar la salud postural y separar la vida laboral de la personal.
Tips para mejorar el trabajo en remoto
Define tu espacio para trabajar
Uno de los factores clave para trabajar bien desde casa es contar con un espacio adecuado. No hace falta tener una habitación entera para ello, pero sí resulta fundamental crear un entorno cómodo, ordenado y libre de distracciones. Además, invertir en sillas ergonómicas que favorezcan una postura correcta ayuda a prevenir dolores de espalda o fatiga, especialmente en jornadas largas frente al ordenador.
Establecer rutinas claras
Una de las recomendaciones más efectivas es mantener una rutina similar a la que tendrías en una oficina presencial. Eso implica comenzar la jornada a una hora fija, vestirse (aunque sea con ropa cómoda) y marcar pausas periódicas para descansar la vista y estirarse. Estos hábitos ayudan a separar mentalmente el tiempo de trabajo del tiempo personal, lo cual es especialmente importante cuando ambos conviven en el mismo lugar.
También es útil planificar la jornada con tareas específicas y objetivos realistas. Utilizar listas o aplicaciones de gestión del tiempo permite tener una visión clara de lo que hay que hacer y evitar la sensación de estar “siempre disponible”, que puede generar agotamiento.
Seguridad digital y salud mental
Trabajar desde casa también implica prestar atención a la seguridad de los dispositivos. Asegurarse de que el sistema operativo está actualizado, utilizar contraseñas seguras y acceder a las plataformas de trabajo desde redes protegidas son prácticas imprescindibles. En el caso de que la empresa proporcione un equipo o un sistema de acceso remoto, es importante seguir los protocolos establecidos para evitar filtraciones de datos.
No menos relevante es el impacto del teletrabajo en la salud mental. Aunque puede aumentar la sensación de autonomía, también puede generar aislamiento. Mantener contacto con el equipo a través de reuniones breves o chats informales ayuda a reducir esa distancia. Además, respetar los horarios laborales y desconectar al final del día es vital para evitar el agotamiento.
El mobiliario, un aliado silencioso
Uno de los errores más comunes al empezar a teletrabajar es improvisar con lo que se tiene en casa: una mesa de comedor, una silla cualquiera, la luz de techo. Con el tiempo, esto puede traducirse en molestias físicas y falta de concentración. Contar con una buena iluminación natural o una lámpara regulable, ubicar la pantalla a la altura de los ojos y elegir bien la mesa de trabajo son medidas que mejoran el confort y la eficiencia.
En ese sentido, merece la pena considerar el uso de sillas oficina diseñadas específicamente para soportar largas horas de uso. Este tipo de mobiliario no solo contribuye a mantener una postura saludable, sino que también influye en el nivel de concentración y bienestar general.
Teletrabajar bien no es solo cuestión de disciplina, sino de tener las condiciones adecuadas. Si el teletrabajo ha llegado para quedarse, vale la pena hacerlo bien desde el principio.