OTECAS, USO y FSIE anuncian una intensificación de las movilizaciones por la urgencia de trasladar a la Consejería de Educación «el hartazgo creciente entre los trabajadores» y reivindicar la equiparación salarial, el fin de la sobrecarga no reconocida o el complemento autonómico para el personal de administración y servicios

El descontento de los maestros y trabajadores del sector público con la Consejería de Educación, que salió de los centros a la calle esta semana, también está presente en la concertada, que prepara un paro en junio. Éste estaba previsto para el día 19, pero los sindicatos OTECAS, USO y FSIE han decidido adelantarlo una semana, al 12, complementándolo con una concentración al mediodía frente a la sede del departamento gestionado por Lydia Espina en la plaza de España de Oviedo bajo el lema ‘¡Hasta aquí hemos llegado!’. No obstante, antes, el jueves, van a celebrar una primera concentración a las 18 horas frente al también ovetense Teatro Campoamor.
«Este cambio responde a la urgencia de trasladar a la Administración autonómica el hartazgo creciente entre los trabajadores del sector que denuncian una larga lista de agravios: congelación del complemento autonómico, precariedad laboral, sobrecarga de trabajo no reconocida, discriminación salarial respecto al profesorado de la enseñanza pública, y decisiones unilaterales como la eliminación de la jornada reducida en junio y septiembre en Infantil y Primaria, una medida recientemente rectificada por el presidente Barbón», exponen estas centrales, que consideran sus reivindicaciones «claras, sensatas y ajustadas a la legalidad, y urgentes». Éstas son la equiparación salarial; el aumento de plantillas con reducción de la jornada lectiva, especialmente para los mayores de 55 años; jubilaciones parciales con contrato relevo facilitadas por la Administración, reducción de la las ratios máximas de alumnos por aula; plantilla estable de PT y AL para atender las necesidades educativas de todo el alumnado; complemento autonómico para el personal de administración y servicios; pago delegado para personal complementario de los centros de atención a personas con discapacidad; aumento de las ratios existentes de mantenimiento de empleo y creación donde no existen (Infantil, Formación Profesional y Bachillerato); fin «al trato discriminatorio que sufrimos con respecto a otros profesionales del sistema público educativo asturiano»; y derecho de las familias a elegir el centro educativo que consideren para sus hijos.
Para el día 19 está prevista también una manifestación en Oviedo, con salida a las 19 horas de la Estación del Norte (RENFE), y, en caso de no llegar a un acuerdo con la consejería antes del verano, advierten que el próximo curso no comenzará con normalidad el 9 de septiembre. «Nos jugamos el presente y el futuro de la educación concertada en Asturias, y no vamos a callarnos más», aseguran.
Para mí la educación concertada debería desaparecer. Estos colegios defraudan a sus alumnos (clientes) pidiéndoles un complemento o donativo. Por otro lado son financiados por el Principado garantizando su gratuidad.
Además estos centros agudizan la segregación academica (si un alumno es problemático lo expulsa a la publica) y social se vanaglorian de tener un alumnado de clase media alta.
Lo dicho si alguien quiere un colegio privado para sus hijos que se lo paguen