El argentino, que participa este sábado en la mesa redonda titulada ‘Gijón Baloncesto, años dorados’ junto a algunos jugadores y técnicos de los ascensos del 1995 y del 1999, acudió a la que fue su casa dos temporadas, «un lugar muy bonito para jugar»

A su entrada por la boca del banquillo local alzó su cabeza y dio un giro de 360 grados para contemplar la grandiosidad del Palacio de Deportes, el que fue su lugar de entrenamiento y competición por dos años gloriosos: ascenso y permanencia en ACB. «La veo muy igual a lo que era en ese momento, así que me trae muchos recuerdos. Es muy bonito el lugar y está muy, muy parecido», afirmaba Luis Scola a miGijón en una visita juntos con miembros del Gijón Basket, organizador junto a la Fundación Caja Rural de Gijón y este diario de la mesa redonda ‘Gijón Baloncesto, años dorados’ , que tendrá lugar este mediodía en el Centro Municipal Integral Pumarín-Gijón Sur, en la que participarán algunos jugadores y técnicos de los ascensos del 1995 y del 1999 como Bill McCammon, Juan Antonio ‘Vallecas’ Hernández, Javi Rodríguez o Diego Sánchez, entre otros.
«Me informaron que cambiaron el piso y las canastas», apuntaba después el argentino en una conversación en el centro de la cancha en la que demostró tener una buena memoria. «Recuerdo los partidos importantes. Me acuerdo el primero acá, que no fue bueno, jugamos contra Tenerife y perdimos, habíamos perdido ya en Badajoz. El que ganamos a Menorca, el segundo acá, que nos pusimos 2-0 para ir a jugarnos el ascenso a la isla. Luego que le ganamos al Barcelona, a Valencia, y el último día que ganamos por 1 punto para no descender, que tenía también que ganar Valladolid a León y pasó. Los dos tiros libres de Jordi Millera, que si metían los dos ganaban ellos, metió uno, fuimos a prórroga y ganamos. Antes había tirado dos tiros libres Tomas Jofresa que nos ponían uno arriba», relató.

Seguro que más detalles de estas temporadas saldrán a coalición en la mesa redonda de esta mañana que completa una semana de emociones y reencuentros, como el que vivió el martes el exNBA y oro olímpico con motivo de la entrega a su persona y a su técnico Moncho López del Trofeo Pelayo de la XL Gala del Deporte Asturiana que organiza la Asociación de la Prensa Deportiva del Principado de Asturias, en el que se juntó la práctica mayoría de componentes de la plantilla del ascenso del 99. Conversaciones en las que la desaparición del equipo en 2009 también estuvo presente: «Estuvimos hablando mucho del tema, de que había buena afición, había buen movimiento acá. Que es un muy bonito lugar para jugar y que era raro que no haya basket en Gijón, pero ya lleva 15 años sin el basket, así que no sé cómo se solucionará eso. La verdad que es una lástima porque había buena afición, estuve preguntando un poco y la gente piensa que la afición sigue estando, que hay ganas de basket. Acá debería haber un equipo en ACB pero es difícil llevar adelante un equipo de basket, requiere gente, capacidad, esfuerzo y apoyo, y no siempre es fácil conseguirlo. Ahora alguna de estas empresas asturianas que le está yendo tan bien por ahí quiere ayudar».
Y lo dice alguien que cuenta con experiencia en esos menesteres, ya que desde 2022 es director ejecutivo y máximo accionista del Varese italiano, donde se retiró un año antes. «Estoy en ese proceso ahora mismo y por eso puedo decir que es bastante difícil», apuntó sobre un proyecto para el que tiene «las expectativas más altas».