Posee una colección que supera las 250.000 piezas, incluyendo objetos representativos de diversas culturas prehispánicas y del período virreinal, reflejando la fusión histórica entre las culturas indígena y española

El Museo Nacional de Antropología (MNA) de México ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025. El jurado anunció el fallo este miércoles a las 12:00 horas en el salón Covadonga del Eurostars Hotel de La Reconquista, en Oviedo. Este galardón, que forma parte de los ocho premios internacionales que otorga anualmente la Fundación Princesa de Asturias, contó con 32 candidaturas procedentes de 23 países. La edición 45 de estos premios reconoce así la labor del museo en defensa y promoción de los derechos humanos, la paz, la solidaridad y el patrimonio cultural.
El MNA fue inaugurado en su sede actual el 17 de septiembre de 1964 en el bosque de Chapultepec, Ciudad de México. Desde entonces, ha desarrollado una misión centrada en la investigación, conservación, exhibición y difusión de las colecciones arqueológicas y etnográficas más importantes de México. Con más de 45.000 metros cuadrados de construcción y 22 salas de exposición, es el museo más grande del país y uno de los más destacados a nivel mundial.
El museo forma parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y posee una colección que supera las 250.000 piezas, incluyendo objetos representativos de diversas culturas prehispánicas y del período virreinal, reflejando la fusión histórica entre las culturas indígena y española. Entre sus piezas emblemáticas se encuentran la escultura de la diosa Coatlicue, la Piedra del Sol, la máscara del dios Murciélago zapoteco y el esqueleto prehistórico «Naia», uno de los restos humanos más antiguos y mejor conservados de América.
Además de su función como espacio de exhibición, el museo realiza exposiciones temporales, actividades educativas y proyectos de investigación, y mantiene una estrecha relación cultural con España. La edificación que lo alberga fue diseñada por Pedro Ramírez Vázquez y cuenta con la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, reconocida como una de las más importantes del país.