El consejero delegado del Club Hípico Astur de Gijón lamenta que no se reflote El Asturcón. “Estaba a años luz de otros clubes, había una afición tremenda y acercaba la hípica a las familias”
Jaime Silvela (Oviedo, 1994), estudió en Las Teresianas y posteriormente cursó ADE y un MBA (Master of Business Administration), además de obtener el título de Correduría de Seguros, actividad a la que se dedica profesionalmente. Consejero Delegado del Club Hípico Astur (CHAS) de Gijón, comenzó a montar de crío en el centro ecuestre El Asturcón y llegó a ocupar el puesto 23 del ranking nacional de hípica, teniendo en su haber bastantes grandes premios. Recientemente logró dos medallas en el Campeonato de Asturias. El circuito de este verano espera congregar en el CHAS a unos 1.200 participantes.
¿Cómo empezaste en el mundo de la hípica?
Mi vida ha estado siempre vinculada a los caballos. Empecé en el 99 en El Asturcón. Tengo la suerte de que a mi padre le gustaba y creamos la yeguada Molino de Quintos , en Posada de Llanera, en 2003. Así que he estado siempre vinculado a la producción y formación de caballos jóvenes y compaginando esa actividad con la alta competición.
¿Y cómo fue el salto al mundo de la competición?
Comencé con 18 años. Había conseguido una beca de la Universidad para estudiar a distancia por los resultados y con 20 años estuve en el puesto 23 del ranking nacional. Entre ese momento y los 25 años gané bastantes grandes premios. Luego la cuadra se reconvirtió porque inicialmente tenía seis caballos para saltar 1,40 o 1,45 metros y empezamos a centrarnos más en la producción de potros de calidad que necesitan un trabajo para que tengan buen carácter, lo que lleva una importante labor de doma y la puesta en competición. Ahora tenemos 20 y seis en edad de competir.
Así que pasaste del Asturcón al CHAS.
Coincide que empecé a montar ahí y por casualidades del destino el otro gran club de Asturias, el CHAS, del que somos copropietarios de la empresa gestora, vivió una situación similar; entró en concurso y estuvo a punto de desaparecer. Un grupo de ganaderos lo reflotamos con una fuerte inversión. Soy su concejero delegado desde 2019.
¿Cómo ha evolucionado el Club desde entonces?
Ya hemos celebrado dos campeonatos de España, algo que antes era impensable. Llevada 15 años sin haber campeonato de España en Asturias y logramos que volviera al CHAS dos años consecutivos. Hoy el Club tiene una ubicación privilegiada y poco a poco se consolida en el calendario sobre todo porque es un concurso muy apetecible en verano, en especial para la gente de Madrid o Andalucía que escapa del calor y vienen a competir y a disfrutar de Gijón y de Asturias. Ahora mismo tenemos 350 caballos entre la escuela y particulares, que son unos 80.
¿Qué tenéis previsto para este verano?
El circuito que tenemos en agosto trae a la ciudad a más de 1.200 participantes, lo que lógicamente tiene un impacto grande para Gijón y para la región. Es un CSN de 5* que pertenece a la liga de saltos promovida por la Real Federación de Hípica Española. La gente que viene no solo compite, sale a comer o a cenar, gasta dinero en hoteles, visita otros sitios de Asturias. Tiene un retorno importante, sin duda.
¿Cuál es la situación de la hípica en Asturias, a nivel de cuadras y de competición?
Las principales cuadras con la Finca Maeza, la nuestra, Molino de Quintos, la Yeguada de Porceyo, Casa Capellán, la Yeguada AGR y la Yeguada la Mesada DC. En general vivimos un momento bastante bueno porque tras el covid la gente se echó a la calle y el año después hubo un récord de licencias federativas. Hay un boom en la base y hoy estamos en unas 2.000 licencias. A nivel competitivo tenemos buen nivel, porque con lo pequeña que es Asturias siempre pescamos algo importante en campeonatos de España y competiciones europeas. En cuanto a jinetes, en juveniles tenemos a Olivia Álvarez, campeona de Europa individual y por equipos; Pablo Santiago Artime, campeón de Europa juvenil por equipos. En el Campeonato de España Juveniles fueron bronce. Obviando, claro está, a Julio Arias, campeón de España absoluto el año pasado; Sergio Álvarez Moya, uno de los mejores jinetes de la historia de España, y Carlos López Fanjul, que está a las puertas de entrar en la selección española. Por mi parte, hace menos de un mes en el Campeonato de Asturias participé con dos caballos y los dos fueron premiados: medalla de bronce con siete años y en categoría absoluta, con una yegua, logré la medalla de plata.
La gente de Finca Maeza ha crecido mucho en poco tiempo. Podría ser un ejemplo a seguir
Es gente que empezó en el Asturcón, cogió afición y decidió montar una de las mejores instalaciones da la región. Tiene hospital veterinario, que desde hace años no había en Asturias. Nosotros llegamos a perder algún potro por problemas intestinales y porque la rapidez en atender al animal en estos casos es fundamental, así que está genial. Además, están empezando a usar técnicas avanzadas de reproducción. Se está innovando mucho con los caballos. Antes lo más avanzado era usar semen refrigerado o congelado; ahora coges a la yegua y con una técnica ICSi puedes extraer óvulos, los inseminas con un espermatozoide y cuando se forma el embrión lo implantas en yeguas receptoras. Antes, con la técnica convencional, una yegua podría tener ocho potros; ahora hay muchas que pueden llegar a tener hasta 60. Eso hace que aumente mucho el valor de las yeguas, que es una gran parte de que el potro sea bueno.
Y de una cuadra espectacular a un espectáculo: El Asturcón. ¿Qué opinas de su situación?
Pues que es una pena. Yo soy de Oviedo y es el club donde monté toda la vida y que estaba a años luz de otros y podría ser uno de los más punteros de España. Me da mucha pena. Ahora sólo se hace hipoterapia, que es una labor excelente, pero es que antes entraban 500 caballos y el siguiente club tenía 150. El Asturcón acercó la hípica á muchísima gente. En la escuela había unas 500 personas y todo eso genera interés por comprar caballos y luego por competir y activa el musculo financiero de la hípica.
Hubo intentos por reflotarlo.
Nosotros lo intentamos cuando fue a cerrar, allá por el año 2015, pero el Ayuntamiento te pedía continuar con toda la plantilla, que eran cerca de 30 personas, te daban una concesión a cinco años y te obligaban a hacer una inversión de unos dos millones de euros. Daban una subvención importante, pero tenias que poner 400.000 euros al año y mantener todos los empleos, así que no salían las cuentas. Yo pediría que intenten buscar alguna solución porque había una afición tremenda ya que acercaba la hípica a las familias y es una pena tener un centro hípico abandonado.
¿Qué necesidades tiene la hípica en Asturias?
Lo que más se echa en falta es que se ha perdido un poco la afición, hay poca gente. En las mestas entran 20.000 personas diariamente porque hay apuestas. Una parte de la culpa de esa pérdida de gente es que han limitado el tema de las apuestas y a mucha gente se le hace pesado estar todo el día viendo caballos aunque la entrada en nuestro caso es gratuita. Cuando había apuestas el CHAS estaba hasta la bandera.
