La Justicia dicta sentencia contra el exmilitar senegalés tras declararlo culpable de haber agredido a nueve agentes de la Policía Nacional en el curso de su detención en 2021, y de haber causado «importantes destrozos» a un vehículo patrulla

Parece que ni toda la sabiduría recogida en las páginas de ‘Tú puedes: nuevas ideas para potenciar tu talento’, el libro de Joaquín Lorente que se dedicó a leer durante el juicio contra su persona, ha librado a Papagore Ndoye de rendir cuentas ante la Justicia. El exmilitar senegalés ha sido condenado a cumplir tres años y ocho meses en prisión, y a pasar otros seis años expulsado de España, en pago por haber agredido a nueve agentes de la Policía Nacional en mayo de 2021, en el curso de su detención en Gijón por un presunto discusión con su pareja, y por haber destrozado el coche patrulla en el que se le pretendía trasladar a la comisaría de El Natahoyo. Será, no obstante, una más de las ya recurrentes entradas de Papagore en dependencias penitenciarias; sin ir más lejos a la vista, celebrada el pasado miércoles, acudió trasladado desde la cárcel de Palencia, en la que se halla cumpliendo condena. A mayores, deberá pagar multas por valor de más de 2.500 euros, y abonar indemnizaciones de entre 221 y 1.698 a los uniformados en cuestión, aparte de desembolsar los 732 euros de la reparación del vehículo policial.
El proceso contra el senegalés ha sido uno de los más esperpénticos que se han producido recientemente en la ciudad. Aparte de prestar más atención a las enseñanzas de Lorente que a los testimonios de las partes, o a las palabras del juez, Papagore defendió en todo momento su inocencia, llegando a acusar a las fuerzas y cuerpos de seguridad de tenerle manía, y de inventar hechos para acusarle de ellos. Ese último punto fue reafirmado por su mujer, quien llegó a decir que los nueve agentes se pelearon y lesionaron entre sí para, a continuación, señalar al exmilitar como responsable. Con todo, ninguna de tales declaraciones ha convencido a la sala, que considera al ahora condenado autor de un delito de atentado a agentes de la autoridad, otro de lesiones, ocho más de lesiones leves y un último de daños, todos ellos con la agravante de reincidencia. Y es que, según el relato de los agentes, Papagore llegó a proferir contra ellos lindezas como «Os voy a matar» o «Si quiero, os pongo una bomba«. Curiosa forma de entender la potenciación del propio talento…