Todos los ojos del barrio están puestos en ese equipamiento, clave para albergar las celebraciones que comenzarán mañana; la corderada, la comida familiar y las verbenas, grandes reclamos de una cita que, por deferencia a Ceares, cambia de fechas

Es muy habitual que, en la víspera del comienzo de una determinada fiesta popular, los ojos de la mayoría de quienes pretenden asistir estén puestos en el cielo. Sin embargo, en Montevil las miradas se centran a estas horas en el parque Vicente Ferrer; el mismo en el que, a partir de mañana viernes y hasta el próximo lunes, se celebrarán las fiestas del barrio gijonés. Y es que, a sólo un día de ese ansiado comienzo, mientras las ganas y los nervios coexisten en decenas de hogares, algo falta en el lugar… Algo importante. Esencial, incluso. No las bebidas, ni el escenario, ni el equipo de sonido… No. Lo que falta es la carpa. Efectivamente, el equipamiento en cuestión aún no ha llegado, aunque en la Asociación Vecinal ‘El Roble’ llaman a la calma. Aún queda tiempo, y ese elemento se puede erigir en apenas dos horas. Un margen más que suficiente para gozar de un programa tradicional y eminentemente familiar que, como en cada edición pasada, promete hacer las delicias de grandes y pequeños por igual.
Como no podía ser de otro modo, las cuatro verbenas previstas serán las grandes protagonistas. Y la primera arrancará mañana mismo, a las 23 horas, con la orquesta Suavecito ocupando el escenario y dando el relevo al artista Kaki, que ofrecerá su espectáculo previo a partir de las 19. Una oferta golosa que se volverá aún más suculenta el sábado, jornada de corderada desde las 14.30 horas, amenizada nuevamente por Kaki y que, tras una sobremesa de juegos infantiles y bingo, dará paso, a las 23, a la segunda verbena, a cargo de la orquesta Dominó. El domingo tendrá lugar la icónica entrega del bollo y del vino a los miembros de ‘El Roble’, lo que se hará de 10 a 14 horas, y a las 14.30 se hará el llamamiento para la no menos emblemática comida familiar; durante la misma, los lugareños podrán llevar su propia comida, aunque quienes lo deseen disfrutarán de la paella de marisco que se preparará al efecto, a un precio de seis euros el cubierto. Un segundo bingo se organizará a las 17 horas, y a las 19 dará el salto a escena el grupo Pasito Show. Finalmente, el lunes los niños serán las estrellas, pues para ellos habrá, a las 17, una fiesta de la espuma; el gran cierre lo acometerá la orquesta Tekila a partir de las 19 horas, con la previsión de terminar a medianoche.
«Ganas, tenemos todas las del mundo… ¡Sólo queremos la carpa!«, reía esta mañana Agustín ‘Tino’ Bermúdez, veterano presidente de la Asociación Vecinal, esperanzado ante la que, espera, será una nueva buena acogida de los festejos. Un evento que, por cierto, promete batir récords, ya que a la corderada se han inscrito la friolera de 225 comensales presenciales, una cifra nunca antes vista. Y es que, como recuerdan en el barrio, «un año se llegó a 235, pero muchos se llevaron el cordero a casa». Claro, que semejante dato no será la única novedad… La más comentada es el cambio de fechas; en detalle, el traslado de la celebración del fin de semana pasado, cuando es habitual que ocurra, al actual. ¿La razón? Deferencia para con sus homólogos de la Asociación ‘La Cruz de Ceares’, que deberían haber disfrutado de las suyas hace una semana. «Ya coincidimos el año pasado, y entonces ellos movieron las suyas«, explican en Montevil. La justicia y el compañerismo exigían que ahora fuesen ellos quienes hiciesen lo propio, y eso es lo que ha sucedido… «Mala suerte es que, al final, los de Ceares no pudiese hacer las suyas, pero bueno… ¡Nosotros no nos vamos a bajar del carro!«.