Desde El Mercadín artesano de FIDMA hasta el festival aéreo, pasando por el ajedrez escolar o el balonmano playa: la Fundación sigue siendo el motor de actividad cultural, deportiva y social de Gijón

La Fundación Gijón Rural ha vuelto a ser este verano una de las entidades más visibles y activas en la promoción de actividades culturales, sociales y deportivas en la ciudad. Bajo el impulso constante del presidente de la Caja, José Ramón Fiaño, y de Toño Migoya, director de la Fundación, la entidad ha multiplicado su presencia en todos los rincones de Gijón, reafirmando su compromiso con el bienestar de la ciudadanía, el desarrollo del talento local y el fortalecimiento de la identidad local.
Uno de los focos de estos días es El Mercadín, una feria dedicada a la artesanía femenina asturiana y a la agroalimentación de proximidad, instalada en pleno Pueblo de Asturias durante la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA). Organizado por la Fundación, este espacio sirve como escaparate para pequeñas productoras, creadoras y emprendedoras, reivindicando el valor del trabajo manual, la economía circular y el consumo responsable. La iniciativa se ha consolidado como una cita imprescindible del verano, reforzando el tejido económico local desde una perspectiva de género y sostenibilidad.
El verano gijonés ha estado marcado también por una agenda intensa de eventos deportivos y de ocio, muchos de ellos con el apoyo activo de la Fundación. En el barrio de Portuarios, la entidad participó en el homenaje vecinal y en el III Descenso por Inercia, una popular carrera de “autos locos” que ha ido ganando seguidores en cada edición. En la parroquia rural de Santurio, la Fundación respaldó el acto de reconocimiento a los mayores del vecindario, una iniciativa organizada por la asociación vecinal local, que homenajeó a Carmina Rubiera y José Manuel Piñera.
Las playas también han sido escenario de actividad. En el Arbeyal, la Fundación apoyó la celebración del torneo de balonmano playa “Villa de Gijón”, que reunió a centenares de jóvenes deportistas en una jornada de convivencia, esfuerzo y afición. Y en el plano más técnico, colaboró con el Campus Internacional de Pádel, centrado en la formación de base para jóvenes jugadores, así como con la presentación del ciclo veraniego de concursos hípicos CNS 3*, 4* y LNS5*, impulsados por la Federación Hípica del Principado de Asturias.
El compromiso con la educación y la infancia se hizo patente en el torneo escolar Pequeños Gigantes, celebrado al aire libre en formato de ajedrez gigante. Niños y niñas de toda la ciudad participaron en esta actividad que combinó estrategia, diversión y aprendizaje, recordando el valor pedagógico del juego en la etapa formativa.
En el ámbito solidario, la Fundación estuvo muy implicada en el proyecto Camioneros contra el Cáncer, que consistió en un viaje de 2.000 kilómetros en Vespa desde Iznájar (Córdoba) a Gijón y regreso, para recaudar fondos destinados a la lucha contra el cáncer a través de la Asociación Española Contra el Cáncer. La iniciativa rindió homenaje a un histórico sanitario cordobés, y contó con actos institucionales y de bienvenida en el Ayuntamiento, el Club Hípico Astur y el Club Natación Santa Olaya, con participación de asociaciones, vecinos y entidades colaboradoras.
Otro de los programas relevantes fue Gijón Bonito, centrado en destacar el papel de la pesca y la gastronomía como pilares identitarios de la ciudad. Con visitas guiadas a la lonja y encuentros con el sector pesquero, la actividad sirvió para conectar a la ciudadanía con la economía azul, el comercio justo y la cultura gastronómica local.
La vertiente más social de la Fundación se vio reflejada en su respaldo a la Gala Benéfica de la Fundación Yoli Martins, bajo el lema El Hórreo de las Oportunidades. Este evento recaudó fondos para programas destinados a adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad, combinando formación, acompañamiento y acceso a la vivienda o a empleos cualificados.
Una de las grandes citas del verano fue la participación en el XIX Festival Aéreo Internacional de Gijón, celebrado el 27 de julio en la bahía de San Lorenzo. Miles de personas se congregaron en la playa para disfrutar de un espectáculo aéreo protagonizado por unidades del Ejército del Aire, la Armada, la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y pilotos civiles de acrobacia. La Fundación, como en anteriores ediciones, contribuyó a que este evento fuera un éxito logístico y participativo.
La Fundación Gijón Rural ha demostrado así que su apoyo va más allá del patrocinio: es una herramienta de dinamización social que conecta iniciativas institucionales con el pulso de la calle. Su presencia cercana, constante y diversa ha contribuido a hacer del verano gijonés un tiempo de celebración, memoria, aprendizaje y futuro compartido.