El sevillano no se pudo recuperar de la cogida del domingo pasado en Pontevedra, por lo que Gijón se queda sin su duelo con Roca Rey; Tomás Rufo fue el gran triunfador de la primera corrida de toros en El Bibio, con tres orejas y puerta grande

No pudo ser. El esperado reencuentro de Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey, las dos figuras del momento, programado para esta tarde, con dosis de morbo por el encontronazo dialéctico de su última corrida juntos, el sábado pasado en El Puerto de Santa María, se tendrá que posponer a otro coso. La Feria de Begoña se queda sin el torero sevillano, ausente ayer en San Sebastián y que tampoco estará mañana en Ciudad Real, sus otros compromisos, con la mirada, ahora, puesta en Málaga el lunes, por la cogida sufrida el domingo en Pontevedra.
La afición y la propia empresa, Circuitos Taurinos, mantenían cierto halo de esperanza en que De la Puebla del Río, torero conocido por arriesgar, como demostró en el coso gaditano, donde salió al ruedo infiltrado y cojeando, llegara para la cita gijonesa. De hecho, al mediodía de ayer seguía en el cartel pero, finalmente, avanzada la tarde la organizadora de la Feria de Begoña comunicaba que, «tras presentar parte facultativo por la lesión producida en la plaza de toros de Pontevedra el pasado domingo, el matador de toros Morante de la Puebla, no podrá actuar en el festejo programado para el día de mañana en esta plaza, por lo que la empresa, de común acuerdo con el resto de actuantes, ha decidido que sea sustituido por Fortes, triunfador en varias plazas de Primera esta temporada». Así, el malagueño acompañará a Roca Rey y Julián Ortega esta tarde, desde las 18.30 horas, en la segunda corrida en El Bibio, donde lidiarán ejemplares de la ganadería de Joaquín Núñez del Cuvillo.
Ayer, en el tercer festejo de Gijón, y primera de las tres corridas de toros programadas en El Bibio, que registró media entrada escasa, triunfó Tomás Rufo, que cortó tres orejas y salió por la puerta grande. Los toros de La Quinta presentaron un gran nivel para la lidia, destacando sobre todo el segundo, que cayó en manos de Clemente, gran faena que no pudo rematar con la espada, a lo que se sumaron errores con el descabello. Completó la terna Emilio de Justo, sin acierto con el acero.