La última información facilitada por el Gobierno autonómico eleva en uno los focos con respecto al aviso de última hora de la tarde de ayer, de los que 8 están activos, 5 controlados y 2 estabilizados
El cambio en el tiempo, con lluvia, temperaturas más bajas y viento norte, «abre una ventana de oportunidad y hay que aprovecharla», celebra Barbón

Asturias mira al cielo. A los ingentes esfuerzos humanos para parar la avalancha de fuego que afecta al territorio se espera que se una la lluvia, una bajada de temperaturas y viento norte. Una ayuda importantísima para enfrentar a los quince incendios que sufre la comunidad, según la actualización hecha por el Gobierno autonómico poco antes del mediodía, lo que supone un foco más con respecto a la información facilitada ayer a las 20.34 horas por el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). De los quince, 8 están activos, 5 controlados y 2 estabilizados, siendo los más relevantes los que afectan al suroccidente.
Cangas del Narcea (Xinestosu/Genestoso), Somiedo, Degaña, Ponga (Arcenorio/La Uña, Taranes y Valle del Moro), Quirós y Cabrales son los concejos con incendios activos. Mientras, están dos estabilizados en Caso y Ponga, y otros cinco controlados en Cangas del Narcea, Coaña y Tineo. En las labores de extinción trabajan Bomberos del SEPA, la BRIF, la Unidad Militar de Emergencias (UME), agentes medioambientales y empresas forestales, además de medios aéreos estatales y autonómicos. Al operativo se suma también una brigada helitransportada de Castilla-La Mancha y un helicóptero de extinción movilizado por la comunidad de Navarra a través del CENEM, y la Guardia Civil colabora con una aeronave de vigilancia y control.
«Seguimos atacando, porque ahora se abre una ventana de oportunidad para ir rematando esos focos activos y hay que aprovecharla», señaló Adrián Barbón esta mañana en la sede del SEPA, adonde acudió para participar la reunión del comité de crisis, en referencia al cambio de tiempo. El presidente insiste en que la prioridad del dispositivo de extinción pasa por defender a habitantes y pueblos, así como por garantizar también la seguridad de todas las personas que participan en las labores sobre el terreno.