Tanto el presidente del Principado, Adrián Barbón, como la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, apuntan en esa dirección y anuncian la apertura de una investigación; las temperaturas serán hoy más bajas, pero el riesgo seguirá «muy alto» en la región

Ha sido una noche de oscuridad, miedo y fuego la que se ha vivido en Ibias. El que es, por ahora, el más virulento de los seis incendios forestales que continúan ardiendo en Asturias ha mantenido a la coalición de equipos de extinción trabajando sin descanso durante el crepúsculo, tendiendo líneas de defensa y tratando de sofocar un frente que, todavía hoy, permanece fuera de control. Y, mientras esa lucha prosigue, en los despachos de las Administraciones crece la gran pregunta… ¿Ha sido intencionado? Pues bien, tanto el presidente del Principado, Adrián Barbón, como la delegada del Gobierno nacional en Asturias, Adriana Lastra, creen que así podría ser. Tanto, que la segunda de ambos dirigentes confirmaba ayer la existencia de una investigación en curso para esclarecer tan peliagudo punto. Y todo eso en una jornada, la de este jueves, en la que, aunque el calor remitirá sensiblemente, el riesgo seguirá siendo «muy alto», según el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (INDUROT); para colmo, se espera que las temperaturas vuelvan a subir mañana viernes.
En el caso del foco declarado en San Antolín de Ibias, a lo largo del miércoles se emplearon medios pesados terrestres, con tres bulldozers en la cabeza del fuego y dos retroexcavadoras en el flanco este, desde la cola del incendio, asistidos por equipos de Bomberos de Asturias, de las Brigadas de Refuerzo (BRIF) de Tineo y Ruente y de la Unidad Militar de Emergencias (UME), junto con profesionales de tres empresas forestales y voluntarios franceses. Sobre sus cabezas, los medios aéreos trabajaron en el frente activo situado bajo Villamayor, en la forma de tres helicópteros autonómicos, otro de Ibias y dos más, junto con un avión bombardero, aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Al mismo tiempo, en Degaña se trabajo sobre focos de baja intensidad, aunque se han producido reproducciones sin relevancia en la vertiente asturiana, que fueron atacadas por tierra; y en Genestoso-Somiedo las llamas se han controlado en el sector entre Cabril y Llamera, con tocones calientes dentro del perímetro. Igualmente, el incendio de Somiedo está muy estabilizado, si bien no tanto como los de Camarmeña, en Cabrales, y Tuña-Merillés, en Tineo; los dos últimos están siendo vigilados por agentes de la Guardería de Medio Natural y por Bomberos de Asturias, respectivamente.
«Que haya alguien que ha decidido provocar un incendio y generar todo lo que estamos viendo es gravísimo»
Adrián Barbón, presidente del Principado
Frente a ese escenario, el presidente Barbón salió ayer al paso para recalcar que, aunque las pesquisas siguen su curso, en el caso concreto del foco de Ibias, iniciado anteayer, «todo apunta a que ha sido intencionado«, antes de reafirmar su voluntad de «perseguir» unas conductas que, de confirmarse, serían «gravísimas«. Poco después hacía lo propio Adriana Lastra; la delegada del Gobierno central ahondó más en la información, y detalló que el incendio «comenzó en torno a las seis de la tarde en una zona cercana a la piscina municipal (de Ibias), un lugar donde no hay constancia de eventos ni actividades que pudieran haberlo provocado«. A partir de ahí, el rápido avance de las llamas y las grandes nubes de humo forzaron a evacuar las poblaciones de Villamayor y Villarcebollín, y a recomendar el desalojo de otras aldeas cercanas, en un operativo «obligatorio y peligroso» que, incluso, puso en riesgo a los profesionales de emergencias, quienes, en palabras de Lastra, llegaron a «jugarse la vida«. De ahí que la investigación en marcha se esté desarrollando con especial rapidez y atención al detalle, pues nadie desea que algo así se repita… Ni que los posibles culpables queden impunes.