El chef mierense, mundialmente reconocido como fundador de la World Central Kitchen, ha llegado esta mañana a la ciudad asturiana acompañado de su mujer, Patricia Fernández… Y ha considerado seriamente el menú de la céntrica sidrería Rubiera

Cierto dicho, muy conocido entre los peregrinos, asegura que el Camino de Santiago, por sus características, espíritu y naturaleza, une a todas las personas. Al rico y al pobre. Al nativo y al foráneo. Incluso al célebre y al discreto. Y esa máxima está quedando nuevamente demostrada este verano en el que, por azares del destino y preferencias personales, uno de los rostros más conocidos del panorama internacional se ha lanzado a completar el histórico recorrido. Se trata, nada menos, que del chef mierense José Andrés, por siempre asociado a la World Central Kitchen (WCK), que fundó allá por 2010, y que dedica estos días a tratar de completar el trazado, acompañado por su mujer, la algecireña Patricia Fernández de la Cruz. Pues bien, la pareja está ya en suelo asturiano… Y esta mañana se ha dejado ver por las calles de Gijón.
Efectivamente, José Andrés y Fernández han sido vistos transitando por zonas tan icónicas de la ciudad como la calle Fernández Vallín, la plaza Seis de Agosto y, muy especialmente, la calle Asturias. En esta última el chef, equipado con ropa cómoda y con un cayado de madera aún carente de la icónica concha del peregrino, ha entrado en la popular sidrería marisquería Rubiera, presumiblemente para consultar opciones gastronómicas y disponibilidad para almorzar. Minutos después, y ya en el exterior, la pareja ha invertido unos instantes en estudiar con detenimiento y fotografiar el variado menú expuesto junto a la puerta, antes de continuar su camino rumbo a la Gota de Leche. Eso sí, ambos, discretos, han declinado hacer declaraciones a este periódico.
Sea como sea, todo apunta a que este retorno a su tierra natal está teniendo un impacto positivo en José Andrés, de 56 años y que emigró a Estados Unidos cuando contaba veintiuno. De ello da fe cierto vídeo subido hace un día a su cuenta personal de Instagram, presuntamente grabado en el litoral de Carabia, a tenor de los comentarios que acompañan la publicación, y que el mierense acompaña del emotivo y esclarecedor texto «Asturias, the most beautiful place on Earth!» («Asturias, el lugar más hermoso de la Tierra!«). Por si fuese poco, decenas de usuarios le han regalado consejos y palabras de ánimo… Aunque tampoco han escaseado aquellos que le advierten de que espere a conocer Galicia. En fin, absurdas disputas territoriales al margen, se trata una prueba audiovisual y perdurable de que, pese a residir tan lejos de la tierrina, José André no olvida ni sus orígenes, ni el impacto emocional que pueden llegar a causar…