
Por Jesús Antonio Fernández Olmedo
«Es bueno que alguna gente consciente, acertadamente o no, ya que el sistema hoy tiene muchos condicionantes, se manifieste, se exprese, diga algo. Tampoco se le puede pedir una carrera universitaria y buenas formas a todo el que opina o se manifiesta»

Como ya estamos acostumbrados, hay que ver hoy comportamientos extraños… ¿ Por qué no se prohíbe de primera instancia la participación del equipo de Israel en la Vuelta? Así se evitan conflictos, y también se da un escarmiento a un equipo financiado por un grupo que está asesinando a una población a base de bombas, pobreza, marginalidad , hambre, etc.
Se le deja participar y, cuando ya se produce el lío, los políticos de una franja o de otra se pliegan a favor o en contra. Según como les convenga pero, en el fondo, todos están de acuerdo con la ‘solución final’. Parece que, como hay mucho dinero en juego, hay que seguir con la cantinela de hacer como que sí, pero no. Caras de la misma moneda que hacen una pantomima delante de la plebe.
En el otro campo está la gente, y algunos pueden decir «Si no se manifiesta todo el mundo, no se va a parar la guerra». Vaya descubrimiento… Pero… ¿Quién es hoy todo el mundo? Una mayoría enloquecida que va unos para allá y otros para acá. Una mayoría que vive drogada, alcoholizada, evadida, envidiosa, competitiva, colérica, enferma mentalmente, con el dinero como valor central, y seguimos… Esa mayoría que ya no sabe lo que quiere, ni a dónde va… Esa gente que no tiene empatía ni por el que tiene al lado… ¿Crees que se va a mover por seres que viven a miles de kilómetros?
Por ello es bueno que alguna gente consciente, acertadamente o no, ya que el sistema hoy tiene muchos condicionantes, se manifieste, se exprese, diga algo. Tampoco se le puede pedir una carrera universitaria y buenas formas a todo el que opina o se manifiesta, porque no la va a tener.
¿Acaso los Estados que le venden armas a Israel, cuyos gobernantes y sus ministros, que están bien trajeados y perfumados, tienen carreras universitarias y buenos modales externos, no son los principales cómplices del genocidio y, por tanto, también ellos deberían ser juzgados? Quizás algún día tomen conciencia del doble juego que practican: una cara delante y otra detrás.
Hoy los Estados sólo están para manipular a sus propios pueblos, y todo, de una manera muy sutil. Así que todo aquel que quiera opinar, pues que opine en la dirección de proteger la vida de otros seres que tienen el mismo derecho a vivir que uno, pero que algunos han decidido que no tienen el mismo derecho a vivir que los demás.