Fuentes de la compañía afirman que las negociaciones para desprenderse de su sede corporativa gijonesa, ubicada en el Parque Científico Tecnológico, «siguen avanzando»; el precio sería inferior a los quince millones de tasación de 2023

Duro Felguera ansía regresar a casa. A su hogar fundacional. A la misma La Felguera que le dio nombre, y en la que Pedro Duro la fundó en 1858. Y sus directivos actuales están empeñados en ello. Tal como trascendió ayer jueves, la multinacional energética avanza en las negociaciones para vender su sede corporativa que ocupa en estos momentos, emplaza en el Parque Científico Tecnológico de Gijón, y volver a territorio langreano; concretamente, y en primera instancia, a uno de los edificio que integran el complejo empresarial Valnalón. La operación, no obstante, no está cerrada, pero se espera que se consume a la mayor brevedad… Y con un detalle importante: si todo sale de conformidad con las previsiones actuales, hechas públicas por el diario especializado ‘Expansión’, el precio sería inferior a los quince millones de euros que se fijaron en la valoración de la compañía realizada en 2023.
No obstante, de acuerdo con ese último medio, y tal como recogía ayer a su vez la agencia de noticias Europa Press, antes de que esa aventura llegue a buen puerto hay cierto paso legal que debe cumplirse: que el juez dé luz verde al plan de reestructuración de deuda… Con la consecuencia conocida de que tanto los acreedores como los accionistas asuman la pérdida de la mayor parte del capital invertido en Duro. Un eslabón más de esa larga y oscura cadena que es la situación de preconcurso de acreedores en que se halla la multinacional, prorrogado hasta finales de este mes, y entre cuyas consecuencias paralelas figura la salida de casi 180 de sus trabajadores, cerca del 13% de su plantilla, a consecuencia del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) recientemente firmado, y la venta del ‘Tallerón’ de calderería pesada a Indra por 3,65 millones, para la fabricación de blindados.