Fuentes cercanas a Foro interpretan el desalojo como un intento de recomponer la relación con el entorno asociativo feminista tras no cumplir la palabra dada en 2023

El movimiento feminista gijonés atraviesa un nuevo desencuentro con el Ayuntamiento tras la decisión del gobierno local de cerrar el Museo Nicanor Piñole para ubicar allí la Casa de Encuentro de las Mujeres y la Oficina de Políticas de Igualdad. La medida, adoptada con rapidez y sin una consulta amplia al movimiento asociativo, ha levantado críticas tanto por el fondo como por la forma.
El trasfondo de esta polémica se remonta a junio de 2023. En plena negociación del pacto de gobierno, el Consejo de Mujeres —órgano de interlocución con el Consistorio desde los años ochenta— pidió a Carmen Moriyón que cumpliera la palabra dada en campaña de no pactar con Vox y mantener el compromiso con la igualdad. Aquel gesto generó confianza en el feminismo gijonés, pero finalmente Moriyón selló un acuerdo con Vox, traicionando esa palabra dada a las mujeres. Fuentes cercanas a Foro Asturias reconocen ahora que la celeridad del desalojo del Piñole responde también a un cálculo político: recomponer la relación con el entorno asociativo feminista tras aquella contradicción de inicio de mandato.
Entre las críticas más contundentes está la de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón, que a través de sus Vocalías de la Mujer hizo público su malestar. En un comunicado firmado por Rosario Blanco, se denuncia que este traslado “reduce y condena a no ampliarse más la Casa de Encuentro de las Mujeres y entendemos que en su totalidad debe ir unida a la Oficina de Políticas de Igualdad. No hacerlo desvirtúa el origen y el objetivo de ambas”. Además, advierten de que el espacio del Piñole es insuficiente, lo que podría generar “asociaciones de primera y de segunda”, y critican que se desvista “un santo para vestir otro” al sacrificar un museo y su contenido en favor de una solución que consideran provisional.
Las asociaciones vecinales también mostraron su asombro por la decisión de trasladar una colección artística a una ubicación temporal, recordando que en Gijón lo “provisional” suele prolongarse durante una década o más. “Entendemos por trasladar quitar un cuadro y colgarlo con cierta inmediatez en otra alcayata”, ironizan en su escrito, en el que reclaman que se busque una ubicación alternativa sin necesidad de desvestir la oferta cultural de la ciudad.
La Tertulia Feminista Les Comadres, por su parte, ha matizado su posición. Su presidenta, Begoña Piñero, insiste en que el movimiento feminista viene reclamando desde hace años un espacio propio y accesible que reúna en un mismo lugar tanto la Oficina de Políticas de Igualdad como los servicios de atención a las mujeres, el Consejo y las asociaciones. “Es importante que esté cerca de un nudo de concentración de los autobuses urbanos para facilitar la accesibilidad de todas las mujeres desde cualquier punto de Gijón”, subraya. No obstante, aclara que Comadres “no ha tomado parte en la decisión de cerrar el Museo Piñole” y recuerda que su propuesta preferente sigue siendo la Casa Rosada, “como se comprometió la alcaldesa Carmen Moriyón”, o bien los antiguos juzgados de Prendes Pando, una opción que se había valorado en el anterior mandato.
El debate, lejos de cerrarse, ha abierto una grieta entre el gobierno local y buena parte del asociacionismo feminista y vecinal. Las organizaciones reclaman que se busque una alternativa que no enfrente patrimonio cultural y derechos de las mujeres, y que garantice de una vez por todas un espacio estable, amplio y bien comunicado para la igualdad en Gijón.