El área municipal de Urbanismo abre hasta el 15 de octubre el proceso de participación para que los ciudadanos voten la opción que prefieran; las propuestas van desde una reconstrucción del arenal con tres calas, hasta un Pelayo gigante

Ah, la democracia… El poder de un pueblo para decidir sobre su destino… Ya lo dijo Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial: es «el peor sistema de gobierno… A excepción de todos los demás». Y esa voluntad ciudadana vuelve a tener vía libre en la ciudad de Gijón, a fin de decidir el futuro de la esperada ‘playa verde’ de El Rinconín. Sólo un día después de que se diesen a conocer los diez proyectos presentados para transformar el espacio en uno más accesible, moderno, estético y sostenible, el la Concejalía de Urbanismo anunciaba ayer la apertura del proceso de participación para escoger la que será, en último término, la opción a aplicar. Dicho plazo permanecerá activo hasta el 15 de octubre, y podrán emitir su voto, a través de este enlace, todas aquellas personas mayores de dieciséis años que estén empadronadas en la ciudad, puntuando de cero a cinco criterios tales como el diseño, la implantación de usos, las soluciones de accesibilidad universal, la revalorización de las ‘zonas verdes’ y la originalidad.
De eso último, por cierto, no cabe duda de que hay mucho en la decena de propuestas lanzadas sobre el tapete -otras dos fueron descartadas por razones que, de momento, no han trascendido-. Por poner un ejemplo, ‘Afayadizu esfamiáu‘ propone plantar en la zona, a orillas del Cantábrico, diversas especies arbóreas autóctonas que permitan crear un bosque como espacio de reunión, mientras que ‘A barlovento‘ propone fusionar los conceptos de playa y parque, dotando al resultado de un cine al aire libre. Más ambiciosa en lo arquitectónico se dibuja ‘Mayanes adentro‘, que propone nada menos que transformar El Rinconín en tres arenales de interior, con características y usos diferenciados, imitando el modelo natural aprovechado en la Gulpiyuri. Pero, sin duda, la idea que más atenciones y comentario está atrayendo es la que toma ese último nombre, ‘Gulpiyuri‘… Y que aspira no a imitar dicho espacio del litoral asturiano, sino a levantar una colosal área de juegos infantiles… Que represente a un Pelayo tendido en el suelo.
En fin… Pasen, vean, juzguen por ustedes mismos… Y que hable la democracia.