• FIDMA 2025
  • Actualidad
    • Mis vecinos
    • Política
    • Entrevistas
    • Gente
    • Igualdad
    • Cooperación
    • Antroxu
    • Fitur 2025
    • Mundo Animal
      • #Adóptame
  • Sucesos
  • miAsturias
    • Oviedo
    • Avilés
    • Mieres
    • Langreo
  • miGijón sub18
    • Canchas y Aulas
  • Gijón Congresos y Reuniones
  • Descubriendo Asturias
  • Deportes
    • Promesas asturianas
    • Olimpismo Astur
    • Grupo Covadonga
    • Sporting Classics
  • CanalGastro
  • Mi Comercio
  • Opinión
    • David Alonso
    • Agustín Palacio
    • Alberto Ferrao
    • Eduardo Infante
    • Bernardo Solís
    • Monchi Álvarez
    • Nacho Poncela
    • Anabel Santiago
    • A. Damián Fernández
    • Luis Antonio Alías
    • Ana Martínez
    • Andrés Treceño
    • Tribunas
    • Cartas de los lectores
  • Gijón Impulsa
  • Planes
miGijón
No Result
View All Result
sábado, 4 octubre, 2025
miGijón
No Result
View All Result

La ciudad y los perros

Firma invitada por Firma invitada
29/09/25
CompartirTweet

Los que tenemos perros somos en parte responsables de esta decadencia ciudadana al anteponer nuestro egoísmo y nuestra falta de cuidado y respeto de los espacios comunes


Un ciudadano cumple con su responsabilidad al tirar la bolsa con las heces de su perro a la papelera. / miGijón

Hemos pasado unos días muy duros en mi familia. Aunque esperable, la muerte siempre te pilla por sorpresa. Como un puñetazo en el estómago te quedas de repente sin aire, entumecida, incrédula. Y llegan entonces los largos días de duelo y tanatorio, de lágrimas, de pena, de agotamiento mientras vas aceptando poco a poco la terrible evidencia de que esa persona a la que amas -porque ese amor nunca se irá- ya no es. Y llegas a casa y Perro Bonito te saluda en la puerta, feliz, moviendo el rabo, ajeno a la tristeza, siempre contento de verte y de que regreses con él.

Compartir tu vida con un perro es un privilegio. Los perros son seres amables y encantadores que hacen de nuestra existencia un lugar feliz. No importa su personalidad, si son extrovertidos o tímidos, valientes o cobardes, cabezones, obedientes, rebeldes, vagos, activos, tragones, ladrones de calcetines, culos de sofá, grandes, pequeños, medianos, de pelo corto, largo, de pedigree o mestizos… todos ellos son amor puro y desinteresado, risas, chantaje emocional para que les des de comer, lametazos, mimos y compañía fiel y altruista. Desde aquel día, hace ya muchos miles de años antes de nuestra era, que un lobo decidió dejarse achuchar y cuidar por un ser humano, hemos tenido la suerte de poder compartir nuestras aventuras y desventuras con estos bichinos adorables, encantadores, molones y un poco sinvergüenzas.

Pero los perros conllevan también una enorme responsabilidad. No solo porque son seres vivos que tienen derecho a ser cuidados y queridos, lo que implica que es necesario llevarles al veterinario y tener al día su calendario de vacunaciones para proteger su salud, sino también porque tenemos la obligación de salvaguardar la salud de los demás perros -y del resto de animales- así como la de los seres humanos. Porque los perros forman parte de la polis y han de convivir con todo tipo de  ciudadanos, también con aquellos que no tienen perro o incluso con quienes no les gustan, que haberlos hailos, y que tienen todo el derecho del mundo a vivir en una ciudad limpia y libre de olores y restos biológicos no deseados ni deseables. Como el resto de nosotros.

Xixón es una ciudad dog friendly, no solo porque en ella habitan más de treinta y siete mil perrinos sino porque como ciudad hemos aprendido a ponerles las cosas fáciles. Cada vez hay más espacios públicos y privados pensados para los perros o donde son bienvenidos. Y esto es un signo de tolerancia pero también de sana urbanidad por parte de esta ciudad. Porque estamos abriendo al fin  los ojos ante la evidencia de que las ciudades también son el hogar de muchos animales y que por tanto tenemos que aprender a convivir y respetar su existencia. Y para que esto sea así tenemos que colaborar entre todos. Hacer ciudad implica asumir nuestra parte de responsabilidad en que las cosas estén bien, en facilitar la convivencia con los demás, con sus gustos y sus decisiones vitales y en mantener la ciudad en buen estado.

PUBLICIDAD

Y es un hecho poco discutible que Xixón está sucia. Podemos -y haremos bien- señalar al turismo que ha desbordado la ciudad así como al Ayuntamiento que descuida los barrios y que está demostrando una más que evidente falta de competencia y respeto en la gestión de los servicios municipales; pero también tenemos que empezar a asumir que la ciudad está sucia porque nosotros la estamos ensuciando. Y es que al margen de las consecuencias en la salud pública y en la estética y la imagen de la propia ciudad, una ciudad sucia es el síntoma de una enfermedad mucho más preocupante y difícil de tratar: el egoísmo y el desprecio por el bienestar de los demás. Y una ciudad en la que a sus habitantes no les importa el impacto y las consecuencias de sus actos es una ciudad que ha dejado de ser polis, que ha dejado de ser un lugar de convivencia y respeto, de humanidad y salud -física y mental.

Y los que tenemos perros somos en parte responsables de esta decadencia ciudadana al anteponer nuestro egoísmo y nuestra falta de cuidado y respeto de los espacios comunes, aunque nuestro incivismo y despreocupación comunitaria la queramos disfrazar de amor a los perros. Porque esto no es más que una excusa, ya que amar a los perros y defender que la ciudad tiene que ser un espacio también concebido para ellos implica que debemos aceptar las normas que regulan la convivencia. Por el bien de la ciudad y los ciudadanos, lo que en el fondo se traduce también como mejor para el bienestar de nuestros perros.

Sin embargo ignorar las normas más básicas de urbanidad y salubridad -las calles de Xixón están inundadas de orines y heces caninas- o llevar sueltos a los perros por aceras y parques donde no está permitido hacerlo se ha convertido en una triste y cotidiana costumbre que está socavando la simpatía de esta ciudad hacia los perros por culpa de la irresponsabilidad ciudadana de algunos de los humanos responsables de ellos. Y cuando una ciudad pierde su paciencia tiende a ser injusta y punitivista. Y recurrirá entonces a las multas, las prohibiciones y la intransigencia para intentar corregir aquello que con responsabilidad ciudadana y sentido común se podría haber evitado. Es por eso que si queremos que Xixón siga siendo una ciudad amable para nuestros perros tendremos que dejar de ser unos cerdos.

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

turismo oviedo turismo oviedo turismo oviedo
PUBLICIDAD
  • Tu publicidad
  • Contacto
  • Aviso legal y protección de datos
  • Política de cookies
¿Tienes una noticia que contar? Envía un correo a contacto@migijon.com

© 2024 miGijón - tu diario digital gratuito por Personas Comunicación.

No Result
View All Result
  • FIDMA 2025
  • Actualidad
    • Mis vecinos
    • Política
    • Entrevistas
    • Gente
    • Igualdad
    • Cooperación
    • Antroxu
    • Fitur 2025
    • Mundo Animal
      • #Adóptame
  • Sucesos
  • miAsturias
    • Oviedo
    • Avilés
    • Mieres
    • Langreo
  • miGijón sub18
    • Canchas y Aulas
  • Gijón Congresos y Reuniones
  • Descubriendo Asturias
  • Deportes
    • Promesas asturianas
    • Olimpismo Astur
    • Grupo Covadonga
    • Sporting Classics
  • CanalGastro
  • Mi Comercio
  • Opinión
    • David Alonso
    • Agustín Palacio
    • Alberto Ferrao
    • Eduardo Infante
    • Bernardo Solís
    • Monchi Álvarez
    • Nacho Poncela
    • Anabel Santiago
    • A. Damián Fernández
    • Luis Antonio Alías
    • Ana Martínez
    • Andrés Treceño
    • Tribunas
    • Cartas de los lectores
  • Gijón Impulsa
  • Planes

© 2024 miGijón - tu diario digital gratuito por Personas Comunicación.