La Asociación Vecinal recuerda a la alcaldesa que en 2023 se comprometió a tender un enlace directo con dicho trazado, y clama por el cumplimiento de esa promesa electoral para que «no se nos siga dejando aislados y en el olvido»

Nuevo Roces ha vuelto a las trincheras en su ‘guerra’ contra el Ayuntamiento… Aunque, quizá, en este caso sea más justo hablar de una cruzada por lograr que el equipo de Gobierno municipal cumpla los compromisos adquiridos en la campaña electoral de 2023. Y el punto de mira de los lugareños está puesto ahora en la senda fluvial del Piles. Efectivamente, la Asociación Vecinal reivindicado la pronta construcción de una conexión directa con dicho trazado, algo que paliaría las dificultades de comunicación de la zona… Y que, de hecho, se comprometió en vísperas de aquellos comicios que devolvieron la alcaldía a Foro; concretamente, en el punto 36 del listado de actuaciones a acometer. Eso sí, esta vez los habitantes no han recurrido a intermediarios… Su último contacto con el Ejecutivo local se ha hecho por medio de una carta remitida directamente a la regidora, Carmen Moriyón.
La misiva, que firma la presidenta vecinal, Graciela Buzón, ya comienza disparando con pólvora del rey. «Muchas familias nos hemos instalado aquí con ilusión, a pesar del aislamiento que padecemos respecto al resto de Gijón, producto de una mala planificación de los responsables políticos», recalca, antes de exponer que la carencia de ese nexo con la senda fluvial del Piles «nos preocupa y frustra». No en vano, más de dos años después del regreso de Moriyón a la alcaldía quienes habitan en Nuevo Gijón continúan «obligados a rodear por carreteras poco inadecuadas y muy peligrosas para quienes nos desplazamos a pie o en bicicleta», un inconveniente que obliga a «utilizar el coche para trayectos que deberían formar parte natural de la vida cotidiana». De ahí que Buzón y los suyos urjan a la regidora a que «cumpla la palabra dada e impulse, sin más demoras, la prometida conexión de Nuevo Roces con esta infraestructura». Y concluyen enfatizando que «no pedimos un privilegio; simplemente, que no se nos siga dejando aislados y en el olvido».